Mérida, Yucatán.- Cada vez hay más conciencia del efecto positivo de una caminata o paseo en bicicleta en nuestra salud. Pero, ¿qué ocurre si cuando decidimos hacerlo es difícil cruzar la calle, no hay espacios en los que nos sintamos seguros, las banquetas de los parques no están condiciones óptimas para que una madre recorra el lugar empuje una carreola?

“Muchas problemáticas de salud tienen respuesta en el urbanismo”, indica la doctora en Arquitectura Yolanda Fernández Martínez, coordinadora del Diplomado en Urbanismo y Salud que la Universidad Autónoma de Yucatán anunció recientemente y que comenzará el próximo 30 de septiembre con la presencia de expertos a nivel local, nacional e internacional.

“Este vínculo de urbanismo y salud refleja una preocupación de la universidad por atender una serie de problemas que se dan en la sociedad contemporánea. Es ver la ciudad desde otra perspectiva en donde el diseño de los espacios públicos y la forma en que nos desplazamos en la ciudad tiene que ver con la seguridad, movilidad y activación física”, explica la entrevistada.

“El número de accidentes viales, la reincidencia de percances en determinadas esquinas y la inseguridad que sufren los automovilistas para desplazarse son señalamientos del nivel de seguridad de una ciudad. A esto hay que agregarle que Mérida se está expendiendo a la periferia lo que ya significa un problema de movilidad”.

El primer indicador de este problema es que Yucatán ya ocupa el primer lugar en obesidad infantil, porque aunque comúnmente se le relaciona con hábitos alimenticios o el sedentarismo también tiene que ver con las opciones que ofrece la ciudad para hacer ejercicio.

“Podemos identificar varios puntos, como el de la calidad de las calles, la disposición de paraderos de transporte urbano o qué rutas seguras pueden seguir los ciclistas. El reto del diplomado que ofreceremos es trabajar con funcionarios públicos, especialistas y académicos de diferentes áreas, unir los dos grandes temas de urbanismo y salud e identificar cinco puntos importantes de la ciudad en los que podamos trabajar en los diferentes módulos. La clausura será la presentación pública de los proyectos consolidados”.

Fenómeno compartido en Latinoamérica

La capital de Yucatán enfrenta circunstancias especiales relacionadas con el clima y los moscos, por ejemplo. “Aquí juega un papel relevante cómo están diseñados los parques. La Organización Mundial de la Salud indica que se debe tener mínimo 9 m2 de área verde útil y urbana por habitante. En el caso de Mérida tenemos 5 m2 por habitante si sumamos todos los parques, sin embargo, no podemos garantizar que sea útil y urbana”.

“Lo importante es saber qué respuesta da el espacio público a las necesidades de la gente, visitarla y saber qué necesitan. Como la ciudad se está expandiendo también está el tema de reforestación aunque este es un proceso largo”, recalca la doctora.

“El fenómeno que sufre Mérida no es exclusivo sino que una tendencia de las urbes latinoamericanas donde el crecimiento inmobiliario es más rápido que la capacidad de respuesta de la misma ciudad. Sin embargo hay casos exitosos como el caso de Medellín, Colombia, en el que se apostó al transporte urbano sustentable y convirtieron una meta el resolver el tema de la movilidad y el espacio público. El gran reto es dejar de contemplar las calles para automóviles y pensar en el peatón”.

“En una ciudad lo más importante es su gente y lo que ellos puedan aportar desde su experiencia. En los instrumentos legales se precisan las formas de participación ciudadana”, agrega.

(María del Mar Boeta)