A un mes de la salida del álbum que supondrá su retorno al pop, la cantante sorprende con ‘look’ natural

Lejos quedan los días del vestido de carne, el formado por peluches de la rana René y otros vestuarios imposibles. A un mes exacto de la salida del álbum que supondrá su retorno al pop, Lady Gaga sorprende afianzándose en un camino contrario al que le dio fama y desprendiéndose de todo disfraz.

Vestida con unos vaqueros cortos, una camiseta sin mangas y el pelo suelto o recogido en una coleta se presenta en el videoclip lanzado hoy, “Perfect Illusion”, una producción igualmente sencilla en su concepción narrativa y escenográfica (una fiesta en el desierto) con la que ha puesto imágenes al cambio.

La artista corrobora así lo que presagiaban las imágenes que publicó hace unos días en redes sociales, incluida la portada de “Joanne”, su quinto disco (cuarto en solitario), en la que posa de perfil sobre un fondo neutro y tocada con un sombrero rosa de ala ancha como mayor atisbo de extravagancia.

Al respecto, algunas voces críticas apuntan a su nariz perfectamente alineada y señalan que su pretendida naturalidad es, en realidad, artificio quirúrgico, dando por bueno el rumor de que la diva se sometió recientemente a una operación estética.
¿Qué queda entonces de la autoproclamada “mother monster” (madre monstruo), de aquella alienígena de “Born this way” que afirmaba que “Dios no comete fallos”, que hay que amar la imperfección y a uno mismo por encima de todas las cosas?

Pues queda la música. “ARTPOP” (2013) cerró de alguna manera una trilogía conceptual en la que sus composiciones se fundían (y a veces se perdían) con una manera muy particular de presentarse, en una progresión de excesos que al principio dio sus frutos.

(vanguardia.com.mx)