Mérida, Yucatán.- Los esfuerzos para contener el incendio en la Reserva de la Biosfera de Dzilam de Bravo han arrojado resultados parciales y limitados.
La actualización de la Gerencia Estatal de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) sumó cerca de 500 hectáreas devastadas, hasta este sábado.
“La situación hasta ahorita, tenemos un 40 por ciento de control y 40 por ciento de liquidación”, explicó Manuel Mora Ugalde, jefe de Protección contra Incendios Forestales de Conafor en Yucatán.
“Estamos tratando de evitar que llegue a la parte del manglar, eso es lo que tenemos de prioridad”, describió en entrevista.
Subrayó que se trata de una zona inaccesible, un humedal que ha significado complicaciones y requerido de acciones extraordinarias.
Las afectaciones, de acuerdo con esa versión, alcanzan a vegetación de pronta recuperación como tular, navajuela, pastos y matorrales, sin riesgo para la población.
Participan en el operativo unos 80 elementos de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Marina (Semar), de Conafor, del municipio de Dzilam de Bravo y del Comité Estatal de Prevención y Combate de Incendios.
El equipo cuenta con el apoyo de embarcaciones, un helicóptero MI-17 de Semar, tres camionetas y una tipo Humi de la Sedena.
Este domingo se incorporarán 20 refuerzos de Semar y seis integrantes de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
El personal terrestre reportó haber ingresado por la zona de Yalsihón, del municipio de Panabá.
Según Mora Ugalde, la estrategia consiste en atacar el fuego por vía aérea, mientras el equipo terrestre enfría la periferia.
“Viernes y sábado trabajamos con tiros de agua de espuma retardante desde un helibalde (montado en una aeronave) y terminamos de acercarnos a algunos puntos de fuego”, comentó.
Una lluvia ligera e intermitente provocó la suspensión de las operaciones esta tarde, por tormentas eléctricas, lo cual, según Mora Ugalde podría beneficiar en las próximas horas.
