Piden mayor responsabilidad y cuidado a los conductores

Mérida, Yucatán.- Autoridades en materia de transporte insistieron en su llamado a los automovilistas a conducir con precaución y respetar los límites de velocidad, toda vez que de enero a septiembre han ocurrido percances que han dejado un total de 146 muertos.

Más del 80 por ciento de los accidentes hubieran podido evitarse con medidas de prevención, aseguró el coordinador de seguridad vial de la Policía Municipal de Mérida, René Flores Ayura, quien precisó que la mayor cantidad de víctimas mortales corresponden a motociclistas, que suman 63, o sea el 43 por ciento del total.

Mencionó que muchos de ellos fallecieron por ir a alta velocidad y no portar el casco o no contar con uno certificado que proporcione al motociclista y sus acompañantes  mayor seguridad en caso de impacto. Éstos últimos tienen un valor de entre mil 500 y dos mil pesos, indicó.

Del total de víctimas registradas a la fecha, cuyo número es similar al periodo enero-septiembre de 2015, 63 eran motociclistas, 17 ciclistas, 27 viajeros, 18 conductores y 21 peatones, lo que refleja el peligro que representa la movilidad vehicular, el cual, dijo, es creciente.

Mencionó que en la entidad ya circulan cerca de 700 mil vehículos automotores de todo tipo, de los cuales, el 70 por ciento se encuentran en Mérida y en su zona metropolitana, por lo que exhortó a los conductores a extremar sus precauciones, manejar con precaución y cumplir con las disposiciones de tránsito.

Recordó que los automovilistas deben circular a 20 kilómetros por hora en áreas cercanas a escuelas y hospitales, 40 k/h en calles, 60 k/h en avenidas y 80 K/h en el periférico, además de respetar los altos y la circulación de otros vehículos.

Los motociclistas, ciclistas y peatones son los más vulnerables a los accidentes, pues en total han fallecido a la fecha 111 de esas personas, ya que no cuentan con un armazón de fierro como en el caso de los automovilistas.

Recomendó poner en apagado sus celulares cuando conduzcan para no caer en la tentación de responder a una llamada o mensaje, ya que bastan dos segundos de distracción para provocar un accidente.

(Jesús Mejía)