Mérida, Yucatán.- Expertos del Cinvestav del IPN hicieron un llamado a la sociedad en general a proteger el arrecife “Alacranes”, ya que sus 220 kilómetros cuadrados constituyen factor de equilibrio de los ecosistemas de la región marina y punto de conectividad de las especies del Caribe y del Golfo de México. 

“Aún es tiempo de salvar el arrecife de Alacranes, es la estructura coralina más grande del Golfo de México, donde subsisten en situación de peligro y amenaza 34 especies de corales, los cuales son altamente vulnerables a la actividad humana”, puntualizó el equipo del Laboratorio de Ecología de Ecosistema de Arrecifes Coralinos.

El grupo de trabajo del Centro de Investigaciones y de Estudios Avanzados (Cinvestav) Unidad Mérida participó en el Sexto Congreso Nacional de Investigación en Cambio Climático que se realiza en esta ciudad, en la que expuso la degradación de los arrecifes en el mundo, entre ellos el de Alacranes, así como el del Caribe y el de Australia.

La investigadora Johanna Calle-Triviño afirmó que el Cambio Climático ha provocado el calentamiento del mar, lo que ha incidido en afectación de los arrecifes, donde se han alterado los ciclos de reproducción y desarrollo de los corales, que son fundamentales en los ecosistemas.

“Hemos visto indicios de este problema también en Alacranes, sitio que además es afectado por los encallamientos de barcos y yates y de la pesquería furtiva, ya que la estructura del arrecife es muy vulnerable”, recalcó la bióloga marina.

Camilo Useche, integrante del laboratorio, anotó la importancia que tiene el equilibrio que guarda la vida del arrecife coralino con otros ecosistemas de amplia zona del norte de Yucatán, como son los manglares y los pastizales acuáticos.

Israel Muñoz respaldó las apreciaciones de sus colegas al mencionar que muchas de las especies que se desarrollan en el litoral y que son de importancia para la pesquería, como el pulpo, la langosta y otras, se reproducen, nacen y crecen en el arrecife para luego trasladarse a otras zonas de pesquería.

De ahí la importancia de que la Secretaría de Marina, los pescadores y en general toda la población cuide este recurso, este ecosistema que representa el arrecife coralino, ya que es vital para la subsistencia de muchas especies, incluyendo las que emigran del Mar Caribe al Golfo de México y viceversa, recalcó.

En su exposición en el congreso, Johanna Calle planteó que algunas especies de corales están verdaderamente amenazadas en su extinción y citó el caso del género Acropora, cuya disminución de población es de un 97 por ciento en todo el mar Caribey parte del Golfo de México a causa de la contaminación, aumento de temperatura del mar, tormentas y la enfermedad llamada “de la banda blanca”, que da un aspecto blancuzco a lo que tuvo amplio colorido.

Planteó que son difíciles de evaluar los impactos del cambio climático en los arrecifes coralinos, afectados por el aumento de la frecuencia de tormentas, incremento de la temperatura, cambio en la circulación de las corrientes de los océanos y trastornos en la fotosíntesis.

Comentó que tres eventos de este cambio climático tuvieron lugar con múltiples efectos en el planeta, en 1998, 2010 y en este 2016.

Durante el primer día de los trabajos del congreso que se realiza en el Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI, investigadores plantearon efectos del cambio climático en ecosistemas tropicales, en especies específicas como en larvas de “strombus gigas” y en parásitos, así como en manglares y en otras biomasas.

Las ponencias continuarán este miércoles a partir de las nueve horas con una conferencia magistral sobre las percepciones vía satélite del cambio climático, seguido de temas como estrategias de adaptación, educación ambiental y otros.

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(Jesús Mejía)