Mérida, Yucatán.- El Templo de las Siete Muñecas, de más de mil 300 años de antigüedad, registra un aparente “hundimiento” que provoca un desequilibrio estructural, afirmó el director de la zona arqueológica de Dzibilchaltún, Ilam Vit Suzan.

Sin embargo, descartó un riesgo de desplome a consecuencia del proceso de “asentamiento de manera irregular” del sitio donde fue construido, así como el desgaste natural de las rocas sobre las cuales está asentado.

Consideró éste fenómeno como natural, debido a las condiciones del suelo, por lo que estimó urgente establecer medidas para resolver los problemas que hay en las paredes, así como acciones subterráneas para la nivelación del inmueble.

El especialista remarcó que todo edificio, desde el más antiguo hasta el más reciente, sufre de este tipo de acomodos subterráneos que varían dependiendo de la superficie que los soporta.

“Afortunadamente ya tenemos la información exacta de lo que está ocurriendo, gracias a los resultados de un reciente estudio efectuado con un georadar, por lo que estamos a tiempo para la pronta solución de lo que ocurre”, acotó.

El funcionario del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) garantizó que se cuenta con el equipo y la tecnología necesarios para solucionar los impactos en las paredes y permitir la estabilidad de la construcción, con empleo de cal, rocas y otro material que no altere el entorno.

Esa estructura precolombina fue levantada en línea recta a la Plaza Central del sitio, cerca del 700 dC, a una distancia de 800 metros, quedando conectado con el sacbé número 1.

“Los mayas buscaron que esté al mismo nivel todos los edificios, para lo cual las Siete Muñecas está sobre montículos de rocas, es decir, sobre una plataforma artificial poco homogénea, la cual se deforma de manera irregular, pero no se hunde de manera constante y pareja”, acotó.

Más adelante, precisó que el edificio maya tiene asentamientos diferenciales, una parte sobre el suelo en condiciones naturales y otra sobre la plataforma lítica.

“Es un edificio de mil 300 años de antigüedad, pero en los últimos 150 años hay condiciones en el inmueble que no están como quisiéramos, no son las óptimas y la estabilidad de la estructura del inmueble está en riesgo moderado”, subrayó.

Comentó que el radar de penetración terrestre de ondas electromagnéticas sobre la pared del edificio, con grosor de entre 1.1 y 1.5 metros, permitió descubrir anomalías que hay en el costado Norte y Sur del Templo de las Siete Muñecas.

“Se encontró una oquedad o aire dentro de la pared, debido a la gravedad y porque el suelo y la plataforma no es homogénea, es decir, las condiciones no son iguales”.

El empleo de esa tecnología, abundó, ayudó a ubicar el punto exacto donde está la problemática, por lo que la intervención en la pared será mínima, y prácticamente no habrá un daño en el patrimonio.

Hizo la analogía con el equipo médico de tomografía, el cual ubica donde está el mal para una intervención quirúrgica detallada.

“Representa un trabajo muy lento, para que alcance una mayor resistencia, por lo que toda las actividades a realizar serán pausadas”.

Adelantó que ya se elabora el anteproyecto, esperando la autorización, así como los recursos para empezar los trabajos.

(LectorMx)