Mérida, Yucatán. – Las armadoras de automóviles y las empresas agroindustriales que operan en México están en la incertidumbre.

La alerta proviene de las amenazas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de aplicar un impuesto del 35 por ciento a las empresas de ese país que busquen reintroducir sus mercancías en la Unión Americana.

El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Yucatán, Mario Can Marín, reconoció que existe preocupación ante la posible aplicación de restricciones a las importaciones en la nación vecina.

“Las armadoras tendrán que negociar, establecer acuerdos con el gobierno de su país para proseguir con la producción fuera de Estados Unidos y continuar suministrando automóviles al mercado de ese país sin la aplicación de aranceles lesivos o que pudiera afectan los costos de comercialización”, dijo en entrevista.

El también presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en Yucatán se refirió al automotriz como uno de los sectores que serían sensiblemente afectados por políticas económicas proteccionistas, ya que operan 10 armadoras en territorio mexicano, de las cuales, tres son estadounidenses.

De Estados Unidos son la Chrysler, Ford Motor y General Motor, cuyas cadenas de producción están instaladas en Coahuila, Sonora, Chihuahua, San Luis Potosí, Guanajuato y Estado de México. Las otras ensambladoras son las alemas Audi, BMW y Volkswagen, las japonesas Honda, Nissan, Toyota y Mazda y la coreana Kía Motors.

Trump anunció este sábado en Twitter una reducción sustancial de impuestos y regulaciones para empresas, con la excepción de aquellas que despidan trabajadores o construyan instalaciones en otros países.

“Pronto habrá un impuesto de 35 por ciento para estas compañías que quieran vender sus productos de vuelta en Estados Unidos, como carros, unidades de aire acondicionado, etc.”, amenazó.

Can Marín advirtió que esas medidas desalentarían las exportaciones de las armadoras de automóviles y de productos procesados del sector agrícola ese país.

Consideró que a las armadoras automotrices de capitales norteamericanos, como la Ford Motor, Chrysler y General Motors, no les conviene fabricar sus unidades en Estados Unidos dado que representaría un mayor costo de producción y elevaría de manera considerable el costo de sus unidades en el mercado.

En cuanto al impacto de la política agresiva de Trump contra México, Can Marín opinó que los productores del sector agropecuario a nivel nacional, en particular los de chile habanero, miel, papa, plantas de ornato y otros de Yucatán, están a la expectativa sobre el futuro de las exportaciones por las  posibles restricciones o aranceles.

“Pienso que los cambios en el sector comercio, en particular las importaciones y exportaciones, vinculados a acuerdos como el Tratado de Libre Comercio, no pueden darse manera unilateral, por decisión del presidente electo Donald Trumpo, sino que tendrá que ser resultado de diálogos y acuerdos”, indicó.

(Jesús Mejía)

Fotografía: tomada de internet