Todo por el amor que le tiene a su hija.

Julie Bradford, una mujer británica de 45 años, acaba de dar a luz a su propio nieto.

Bradford le prestó el vientre a su hija, Jessica Jenkins, quien quedó infertil después de recibir tratamiento por un cáncer cervical que le diagnosticaron hace cerca de tres años.

La joven de 21 años congeló sus óvulos en el hospital de la Universidad de Cardiff, en Gales, antes de ser sometida a quimioterapia.

Jack nació con un peso de cerca de 3 kilos y en perfecto estado de salud.

“Mi mamá es la mujer más valiente e increíble del mundo. La amo tanto por haberme dado a mi hijo”, dijo Jessica.

“Quería ser madre desde una edad muy temprana y nuestro sueño se ha hecho realidad”.

Jessica y su marido Rees decidieron hacer tratamiento por fertilización in vitro a comienzos de este año.

El cáncer de Jessica ha estado en remisión desde mediados de 2014.

La joven fue diagnosticada en 2013, cuando tenía 18 años.

(Información completa: bbc.com/mundo)