Mérida, Yucatán.- Con la presentación de dos miniatura zoomorfas elaboradas en oro, que revelan la capacidad de los mayas para la aleación de los metales, el Museo Regional de Antropología Palacio Cantón presentó su nueva exposición “Lak´íin: poderío del oriente maya”.
Conformada por 277 piezas, en su mayoría inéditas, la muestra presenta estelas, cabezas de piedra y joyería provenientes de Chichén Itzá, Ek Balam, Yaxuná, Ichmul y Kulubá, estas últimas tres ciudades casi desconocidas pero que revelan la complejidad de la organización en esa civilización.
Autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), entre ellos el delegado en Yucatán Eduardo López Calzada, así como el secretario de Educación Estatal, Víctor Caballero Durán, inauguraron la exposición con el que dicho recinto se convierte de nueva cuenta en la plataforma de difusión de las investigaciones recientes del INAH.
Al iniciar el recorrido, dos piezas llaman la atención de los visitantes: un binomio de ranas elaboradas en oro con incrustaciones de piedras preciosas en los ojos, con un acabado que da cuenta de la capacidad de aleación de los antiguos mayas.
De acuerdo con algunas fuentes, el oro no era considerado valioso entre los antiguos pueblos de Mesoamérica, algunos de los cuales, como los toltecas, el oro era considerado como “excremento de los dioses”.
El Museo Regional de Antropología exhibe desde anoche cerca de 300 piezas de materiales como la cerámica, madera, piedra, concha, hueso, oro y jadeita provenientes de las zonas arqueológicas del oriente, así como de las bodegas de colecciones y proyectos de investigación del INAH.
Para el arqueólogo Alfredo Barrera Rubio, la importancia de la exposición reside en que se presentan piezas de diferentes periodos de ocupación en el Oriente Maya que reflejan una constante lucha entre las clases dominantes por adquirir el poder y el control económico político hegemónico de la región.
Las piezas que se han encontrado reflejan la gran complejidad de la organización social y política de los antiguos mayas, ya que los hallazgos revelan asentamientos que al mismo tiempo reflejan el amplio territorio que comprendía la cultura maya.
Otra de las piezas que llaman la atención es la foto-reproducción en gran formato del llamado mural de los 96 glifos de Ek Balam que fue encontrado en una subestructura enterrada bajo la actual Acrópolis y que por la dificultad en el acceso y cuestiones de conservación no está abierta al público.
Dicho mural es importante por su calidad artística y por contener datos acerca de la fundación de una dinastía real cuyo linaje se remonta al año 770 d.
Otras piezas que dan relevancia a la muestra son cabezas de guerreros, sacerdotes mayas así, como segmentos collares de jade, instrumentos musicales como ocarinas de barro, además de relieves y dinteles con escritura propiedad de los antiguos mayas.
El tablero de Ichmul 1, que se encontraba en custodia privada en un hotel del Centro Histórico de la ciudad de Mérida y que fue recuperada por el INAH, sobresale por su importancia en los estudios arqueológicos ya que es una de las dos estelas con inscripciones encontradas durante un recorrido que hizo Sylvanus Morley por la región para identificar jeroglíficos.
En la muestra se alude al recién fallecido secretario de Cultura, Rafael Tovar y de Teresa, por su liderazgo entre las autoridades culturales que hicieron posible esta exposición, la cual fue inaugurada también por José Enrique Ortiz Lanz, coordinador nacional de museos y exposiciones del INAH.
Según el maestro Roger Metri Duarte, secretario de Cultura y las Artes, y Giovana Jaspersen, directora del museo, entre otros, aún no hay fecha límite para el cierre de la exposición, pero se prevé que esté abierta al público hasta marzo del próximo año.