Ciudad de México.- El diputado Jorge Carlos Ramírez Marín impulsó la aprobación de reformas al Código Penal Federal y la Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada, con el que se imponen penas a la pesca furtiva y tráfico de especies marinas en peligro de extinción.

A nombre del grupo parlamentario del PRI Ramírez Marín posicionó en la tribuna del Palacio Legislativo de San Lázaro el dictamen y logró que se incluyera al pepino de mar, pues actualmente, el tráfico ilegal de esta especie se ha convertido en uno de los mayores peligros para los pescadores de Yucatán.

“El pepino de mar, estimados amigos, representa al día de hoy ganancias por 108 mil 962 millones de pesos, es una especie formidable, de rendimientos extraordinarios, pero en su mayoría no para los pescadores mexicanos”, detalló.

El dictamen fue aprobado por 412 votos, y establece que se considere como delincuencia organizada el tráfico, captura, transporte, acopio de animales marinos endémicos o en peligro de extinción, así como la protección a especies, como el camarón,  a fin de que se sancione su captura y  comercialización en período de veda.

Asimismo, los diputados avalaron elevar de dos a 18 años de prisión a quien ilícitamente y de manera dolosa realice las actividades antes mencionadas con especies como la vaquita de mar,  el camarón, la totaba Macdonaldi, y el pepino de mar.

En este sentido, Ramírez Marín enfatizó en su posicionamiento que en Yucatán se ha incrementado en 30 por ciento el número de pescadores que se han sumado a esta actividad ilícita,

“Para nosotros esto es extraordinariamente grave, se reportan más de 20 casos, en cifras oficiales, de pescadores muertos a causa de la pesca furtiva de esta especie, las cifras extraoficiales podrían significar el doble, estamos hablando de una tarea que tenemos que acometer de inmediato”, detalló.

Según cifras oficiales el incremento de pescadores foráneos del pepino de mar, se ha presentado en un 30 por ciento, quienes llegan y se instalan en las comunidades generando conflictos sociales con los lugareños, además de que cerca de 250 lanchas operan clandestinamente para grupos organizados.

Se han presentado también, robos millonarios a mano armada, a 10 centros procesadores de escama de pepino, detalló.

“Esta pesca furtiva representa una actividad ilícita que ha derivado incluso en una nueva forma de piratería, y si ustedes me lo permiten, en una nueva forma de esclavitud, porque quienes pescan esta especie, la mayor parte de las veces impulsados por la promesa de beneficios, por lo menos mínimos, lo hacen sin las medidas de seguridad necesarias”, señaló.

El documento fue remitido al Senado para su discusión y aprobación.

(Comunicado)