Cancún, Quintana Roo.- El temor no se aleja del todo entre habitantes de este destino turístico.

Con elevado ausentismo escolar y casi imperceptible en lo laboral, la parte urbana de la ciudad intenta regresar a la normalidad.

Pero los resabios de la violencia del “martes negro”, los de los últimos días, meses y años, permanecen en el ánimo colectivo.

“Hubo ausencia en algunas escuelas, no en todas; mucha gente, a pesar del llamado de las autoridades, decidió no llevar a sus hijos a clases”, explicó un padre de familia que prefirió omitir su nombre.

Los centros comerciales abrieron con vigilancia reforzada y los rondines de las fuerzas de seguridad se intensificaron.

“Nada anormal ya después de la balacera”, definió otro residente, en referencia al cierre la noche anterior de plazas comerciales, cines, restaurantes y otros negocios en varias regiones.

También se multiplicaron los retenes a las salidas de Cancún y se reforzó el número de elementos en la zona hotelera.

Las calles que comunican a hacia la sede de la Vicefiscalía del Estado (FGE) siguen cerradas a la circulación, acordonadas, y el acceso al edificio, en el que prevalece Código Rojo, es restringido.

Una especie de psicosis predomina entre agentes de corporaciones policíacas, a partir de que los sicarios que balacearon la FGE, el Centro de Control, Comando, Cómputo y Comunicaciones (C4) y la Secretaría Municipal de Seguridad Pública y Tránsito, se movilizaban en motocicletas.

En los alrededores de la Vicefiscalía conductores que se aproximan a bordo de ese tipo de vehículos, en particular, son interceptados y sometidos a revisión exhaustiva.

Esa situación ha provocado incidentes, como el registrado frente a la súper tienda Chedraui, detrás de la FGE, en donde un hombre fue bajado de su unidad y tratado con fuerza excesiva.

En tanto, el policía ministerial, Humberto Mora Ochoa, muerto de un tiro en la frente durante la irrupción de los criminales, fue objeto de una misa de cuerpo presente en el que fue su sitio de trabajo, alrededor de las 11:00 horas (horario local).

El titular de la FGE, Miguel Ángel Pech Cen, quien no ha efectuado declaraciones sobre este caso, realizó previamente una inspección a las instalaciones para conocer las condiciones en que se encuentra el personal y montó una guardia de honor frente al féretro.

Compañeros del agente asesinado tributaron un minuto de aplausos.

Hasta el momento se desconoce la identidad de los tres presuntos delincuentes fallecidos y de los otros cinco arrestados.

Poco antes del mediodía, agrupaciones civiles y ciudadanos programaron una marcha pacífica de la glorieta de El Ceviche hacia Palacio Municipal, para expresar un “basta a la violencia”.

(LectorMx)