Tarde plácida para el Real Madrid en Eibar. Acostumbrado a pelear hasta el último minuto y a ir a remolque en los últimos partidos, ante el conjunto vasco los blancos su propusieron hacer los deberes pronto para evitar sobresaltos, convirtiendo la peligrosa visita a Eibar en una cómoda paseada al sentenciar el partido en una gran primera parte (1-4).

Karim Benzema y James Rodríguez hicieron olvidar las bajas de Cristiano Ronaldo y Gareth Bale. Especialmente acertado estuvo el francés, habitualmente en el ojo del huracán esta temporada por su intermitente rendimiento. Estuvo muy participativo, reencontrándose con el gol en Liga por partida doble y estando presente en los otros dos.

El bache por el que atravesaban los blancos en el campeonato doméstico no hizo temblar el pulso a Zidane. Pese a sólo contar con un miembro de la BBC, el técnico francés reservó a varios de sus jugadores importantes pensando en el partido de Champions contra el Nápoles. Danilo y Nacho dieron descanso a Carvajal y Marcelo. Tampoco Isco estuvo de inicio, dando protagonismo a Asensio y Lucas por las bandas, además de James.

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