Ciudad de México.- Con flores y la compañía de sus hijos Emmanuel y Felipe Haro, la escritora Elena Poniatowska celebró hoy su cumpleaños número 85.
En la calidez de su hogar de Chimalistac, al sur de la capital del país, recibió desde temprano arreglos florales.
Anoche pastel con luces de bengala, las mañanitas por parte del público y mariachi, este viernes el amor y fidelidad de la familia.
A reporteros del periódico Reforma, que la visitaron en su casa, se dijo “muy consentida”.
“A los 85 lo que más pides es salud, es estar bien para…, yo tengo todavía libros en el tintero, tengo mucho interés en lo que sucede en mi país”, confesó.
La celebración comenzó el jueves en la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ) que le otorgó la Presea Sor Juana Inés de la Cruz.
Allí, la también periodista manifestó su “tristeza indignada” por la situación que atraviesa en México el oficio de su vida.
“Quiero recordar aquí a dos corresponsales de La Jornada: Javier Valdez, asesinado hace unos días en Culiacán, y Miroslava Breach, quien murió de igual manera hace más de un mes en Chihuahua”, expresó.
“Unos sicarios les quitaron la vida porque denunciaron a narcotraficantes. Estos asesinatos ponen al periodismo mexicano en estado de indefensión”, reprochó.
“Gracias a todos ustedes por no haberse ido con Mefistófeles y por ofrecernos este claustro que es un tesoro, su limpia cara,libre de todos los pecados que nos han agobiado en este horrible sexenio”, remató Poniatowska.
Sus compañeras Cristina Rivera Garza y Sara Poot Herrera explicaron sobre los textos con los que colaboraron en la edición más reciente de la revista Inundación Cristálida, dedicada a la homenajeada.
La publicación contiene 18 textos escritos para o sobre ella entre inéditos y conocidos, como el de Octavio Paz.