El Ministerio de Economía del Líbano propuso prohibir la proyección de la película Wonder Woman porque su protagonista, Gal Galot, es israelí, lo que causó polémica entre los defensores y detractores del boicot a Tel Aviv.

La solicitud del veto a la película de Hollywood, basada en el popular personaje de cómic de la Mujer Maravilla, fue enviada al departamento de Seguridad Nacional, responsable de la censura.

También se cursó una petición a la Oficina para el Boicot Árabe a Israel, que pertenece a la Liga Árabe y temporalmente ha trasladado su sede de Damasco a El Cairo, para que inscriba el nombre de Galot, sus películas y su obra artística en su “lista negra”.

El Líbano ha aprobado una ley para el boicot de los productos procedentes de Israel, país con el que nunca ha firmado un acuerdo de paz.

La decisión, no obstante, ha causado polémica entre grupos que están en contra del boicot y otros que han señalado que es incoherente con otras políticas del Estado.

La asociación Skeyes, que defiende la libertad de información, recordó que recientemente las salas de cine libanesas proyectaron la película Batman vs Superman. Down of Justice, en la que también actúa Galot en el papel de Mujer Maravilla.

En opinión del director de esa ONG, Ayman Mhanna, primero se debe precisar si Wonder Woman es una película israelí y si Galot cobró antes de la difusión de la película o si recibirá un porcentaje de los ingresos por taquilla.

“Si Galot cobró su actuación antes de la difusión de la película, no se aprovechará de los ingresos financieros y la ley del boicot no deberá ser aplicada. Pero si participa de los beneficios, estaremos en presencia de un producto israelí”, afirmó Mhanna al diario l’Orient-Le Jour.

El movimiento de Boicot, Desinversión y Sanción (BDS) contra Israel ha lanzado una campaña a través de Facebook para que se prohíba Wonder Woman.

Los carteles anunciando la película, cuyo estreno está previsto para junio, continúan estando colgados en los cines de Beirut.

No es la primera vez que en el Líbano tratan de impedir una obra en la que actúan artistas israelíes o es filmada en ese país.

En octubre del año pasado no pudo ser proyectada la película Personal Affairs, de la directora palestina Maha Hajj, que iba a participar en el festival de cine de Beirut, porque fue producida por una sociedad israelí.

(elsiglodetorreon.com.mx)