Mérida, Yucatán.- Científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav IPN), Unidad Mérida, alcanzaron las profundidades del Golfo de México para observar y recolectar sedimento marino, monitorear mareas y corrientes con la ayuda de un robot trineo bentónico.

Encabezados por Víctor Vidal Martínez, los expertos realizaron este proyecto con apoyo de distintas instituciones que aportaron recursos e infraestructura, como el barco oceanográfico Justo Sierra, perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El investigador informó que el muestreo de zonas profundas les llevó a 3 mil 500 metros en la plataforma “El Perdido”, ubicado frente al estado de Tamaulipas, rompiendo un récord de inmersión para un robot mexicano en profundidades marinas.

La intención, explicó es la implementación de redes de observaciones oceanográficas (físicas, geoquímicas, ecológicas) para la generación de escenarios ante posibles contingencias relacionadas a la exploración y producción de hidrocarburos en aguas profundas del golfo de México.

El financiamiento es aportado por el Fondo Sectorial de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía (Sener) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Participaron más de 40 docentes, especialistas e investigadores de 4 organismos científicos mexicanos.

Se trata, puntualizó que, los expertos analicen variables físicas (temperatura, salinidad, densidad) y la manera en que las diferentes masas de agua se acomodan en columnas, generando el movimiento de corrientes marinas.

Las corrientes marinas se encargan de distribuir diversas propiedades climáticas en todo el planeta, tanto en la superficie como en las profundidades, así como de transportar organismos macroscópicos, microscópicos y materiales como sedimentos y contaminantes.

“En este caso, el punto de interés central del proyecto está enfocado en ver cómo sería el transporte de hidrocarburos; observar si los hidrocarburos pueden estar a lo largo de la columna de agua suspendidos, estar en el sedimento y moverse con el sedimento o quedarse en el sedimento por mucho tiempo en las profundidades”, detalló.

Vidal Martínez dijo que para desarrollar este proyecto se contó con un trineo bentónico que les permitió alcanzar grandes profundidades, zonas abismales del litoral mexicano que nunca antes se habían explorado y cuyas características eran desconocidas.

Las muestras traen también aportaciones, porque se logró la captura de pepinos de mar, erizos y peces abisales que por primera vez se describirán en México.

El hallazgo se complementa con el estudio de nuevas especies, ya que por primera ocasión se registran especies marinas que se desconocían en estos ambientes y que ahora podrán ser registrados, 6 variedades de peces, moluscos, erizos y camarones, corales blancos de grandes profundidades, apuntó.

Este muestreo se realiza de manera programada y una vez estudiadas las costas del norte se continuará en el Canal de Yucatán, que es el acceso de flujo que entra al Golfo de México desde el Atlántico y luego interacciona con otras corrientes y profundidades aun no estudiadas del todo.

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