Mérida, Yucatán.- Una era gastronómica terminó en Mérida con el cierre de uno de los restaurantes de comida yucateca más emblemáticos: La Terracita Azul, ubicada en una de las colonias también más tradicionales, la México.

El cierre definitivo ocurrió tras en una fecha que no pudo ser más significativa: el Día de Muertos; luego la venta de los pibes, platillo central del Hanal Pixán, celebración maya por los Fieles Difuntos, el negocio bajó sus cortinas.

Abierto en 1972 como un lonchería, en pocos años se convirtió en uno de los lugares preferidos, de noche, para comer panuchos, salbutes y vaporcitos, la “cena favorita” de muchos yucatecos de entonces.

Al paso del tiempo y con el éxito como su mejor comensal, amplió no sólo su horario sino su menú, para vender platillos de la gastronomía yucateca de sabor inigualable, como el queso relleno. También el tiempo marcó un cambio que lo alejó un poco de aquello que le dio su nombre: la terraza, que fue “cerrada” para meter aire acondicionado, pero eso no modificó el gusto de los meridanos por el sazón.

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Ya en el presente siglo, con el “boom” de los restaurantes tradicionales, La Terracita Azul tomó tal fama que hubo incluso imitaciones, como la La Terraza Norte, que se ubicó sobre prolongación Paseo de Montejo e intentó “colgarse” de la fama; sin embargo, fracasó a los pocos años.

Imagen tomada de Google Street View, de cuando La Terracita Azul aún estaba abierta al público.

Imagen tomada de Google Street View, de cuando La Terracita Azul aún estaba abierta al público.

La costumbre de La Terracita Azul no sólo era gastronómica, sino geográfica: muchas personas, cuando solían dar una dirección cercana, utilizaban el negocio, ubicado en un poco usual cruce de varias calles, como referencia: “Cerca de La…”; “a la vuelta de La…”, “frente a La…”, eran comunes y aún pueden escucharse entre los meridanos.

Desde hace varias semanas, las cortinas permanecen abajo y una manta pendía para anunciar que se rentaba; no hace muchos días, finalmente se rentó a otro restaurante que pronto abrirá sus puertas en el lugar.

Además, en internet, ya no es posible acceder a su página oficial, ni existen ya sus páginas en redes sociales; la dueña María del Carmen Cruz Monsreal, quien vive a unos pasos, en la misma colonia México, confirmó el cierre del negocio, desde el 2 de noviembre pasado.

Una añeja “crisis”

En 2014, la propietaria de La Terracita Azul admitió, en una entrevista para un canal local de televisión, que la situación económica era difícil, y que eso la había obligado a buscar nuevas estrategias para sobrevivir, en un mercado cada vez más cerrado por la competencia.

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En ese año, la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias (Ammje), capítulo Yucatán, de la que era socia -entre los logos de las empresas asociadas ya no aparece La Terracita- le entregó a Carmita Cruz -como cariñosamente le llaman quienes la tratan con frecuencia- el reconocimiento “Medalla al Mérito Empresarial 2014”, por su trayectoria.

En esa entrevista, Carmen Cruz Monsreal cuenta que el negocio lo inició, junto con su esposo, en 1972, como una forma de buscar ingresos para tener una mejor calidad de vida. Reconoce que no tenía experiencia empresarial y que, al principio, ellos atendían todo los asuntos de la lonchería. El negocio lo iniciaron en la casa de sus suegros, a quienes le pidieron rentada la terraza.

La Terracita Azul cerrada

No es un espejismo: La Terracita Azul, restaurante emblemático de la cocina yucateca, cerró sus puertas.

Pioneros en reparto a domicilio de comida

Recuerda que el sazón para preparar los platillos yucatecos los heredó de su madre, quien era una ama de casa que también había heredado las recetas de sus ancestros.

También cuenta que su esposo inició el negocio de la marca “Las mil tortas”, y fue pionero en preparar formalmente y a gran escala este tipo de alimentos, no tan común entonces entre los yucatecos, quienes estaban más acostumbrados al pan francés.

La entrevistadora, María Carmen García de Jasso, expresidenta de la Ammje, le recordó que en su panadería llegaban a comprarle hasta mil teleras por día para el negocio de las tortas, tipo cubano. En ese negocio, también fueron pioneros en el reparto a domicilio, aunque lo hacía con bicicletas.

Más reconocimientos a La Terracita Azul

Un año después de la medalla la propietaria de La Terracita, la Cámara Nacional de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), delegación Yucatán, entregó a varios negocios un reconocimiento por más de tres décadas de servicio.

Aunque algunos rebasaban los 50 años, La Terracita era de los “más viejos” entonces, contemporáneo de otras tantas marcas gastronómicas que han trascendido generaciones como La Cafetería Pop, Restaurante Leo, Panchos, Las Mil Tortas, La Parrilla y El Príncipe Tutul Xiu.

El cierre de La Terracita Azul es, sin duda, el cerrojo a una tradición que con el cambio de generaciones y la amplia oferta gastronómica actual se va borrando: la de cenar antojitos regionales.