Cancún, Quintana Roo.- Casi al final de la administración de Remberto Estrada Barba, el municipio de Benito Juárez sigue sin un plan de acción para el saneamiento y frenar el deterioro del sistema lagunar Nichupté.

El secretario de Ecología y Desarrollo Urbano del Ayuntamiento, Francisco Javier Zubirán Padilla, reconoció que no hay programa ni recursos para atender la contaminación en ese espacio.

Señaló que el nivel de afectación no es nuevo, además de que ninguna gestión anterior ha hecho algo respecto.

En breve entrevista, aseguró que “ni siquiera se contempla un programa” encaminado para el rescate de esa cuenca lacustre, por lo menos no en 2018.

Y es que de poder tenerlo se requieren de varios millones de pesos, los cuales tendría que aportar la Federación.

El funcionario dijo que en el pasado trienio, en la que por también ocupó el mismo cargo, se revisó un proyecto de la UNAM, pero no se implementó.

Tal propuesta consistía en “inyectar” salinidad a Nichupté para atacar a los microorganismos que la dañan, lo que a su vez le daría flujo y oxigenación.

El documento quedó en los archivos y, por ahora, sin posibilidad de aplicación.

Zubirán Padilla, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), aceptó que llevar a cabo alguna estrategia “es difícil”, debido a los recortes presupuestales.

Cuestionado sobre en qué autoridad municipal recae la verificación de las tuberías de aguas negras de los hoteles, también quedó en evidencia.

No respondió ni definió si esta tarea corresponde al área a Ecología, cuya dirección depende de la Secretaría a su cargo, o bien si corresponde a las direcciones de Turismo o Fiscalización.

(Gonzalo Zapata)