Mérida, Yucatán.- En el inicio de la Cuaresma, el arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, llamó a la austeridad en la vida cristiana y a procurar la resurrección personal de cada uno sobre las tentaciones del presente.

En su mensaje, recordó que la Cuaresma es el camino hacia la Pascua, un tiempo en que la Iglesia nos invita a reflexionar, orar, ayunar y ofrecer otros sacrificios que nos ayuden a vencer las tentaciones.

“No solamente en el tiempo de Cuaresma, sino siempre, nos conviene vivir con un poco más de austeridad. Si le damos a nuestro cuerpo todo lo que nos pide, de alguna forma nos hará daño”, advirtió.

Es importante la austeridad para la vida cristiana, agregó, esto es, privarnos de lo que conviene, pues no todas cosas que aparecen en una pantalla conviene verlas, hay que discernir para decir: ‘esto sí, esto no’.

“Los padres de familia hacen esto para con sus hijos, pero también los adultos debemos hacerlo por nosotros mismos. Nadie es tan adulto que no sea dañado por ciertas imágenes que no nos convienen. Debemos ayunar también en las imágenes que se nos presentan, y vivir la austeridad para enriquecer nuestro espíritu y saberle decir ‘no’ al pecado”, expuso.

El religioso, en alusión al pasaje en el que el demonio busca seducir a Jesús, pidió no tener miedo de las tentaciones, pues es normal que seamos tentados.

“Somos humanos y mientras vivamos, tendremos tentaciones”, puntualizó.

De éstas, monseñor Rodríguez Vega subrayó tres: la soberbia, el dinero y el placer.

“En alguna de estas tres formas somos tentados siempre. Somos tentados por la soberbia, el querer sobresalir por encima de los demás; somos tentados por los bienes materiales, el querer poseer a causa de la envidia, e incluso una persona pobre puede estar apegada a un bien que no valga mucho; el querer poseer está al alcance de todos como una grave tentación.

“Finalmente el placer, cuando queremos ir más allá del placer natural y caminar en los terrenos del pecado”, explicó.

A modo de ilustración, mencionó que el Demonio tal como es presentado en algunas películas nos asusta, pero el Demonio real, no nos asusta; nos atrae, nos seduce, nos envuelve y sin darnos cuenta, ya estamos ahí.

El arzobispo invitó a los fieles a vivir intensamente la Cuaresma para así preparar la Santa Pascua, que no sea solamente recordar la Resurrección de Jesucristo, “sino celebrar nuestra propia resurrección por encima de las tentaciones”.

(LectorMx)