Mérida, Yucatán.- En el actual proceso político electoral, las mujeres enfrentan riesgo de violencia política debido a resistencias tanto en la sociedad como en los propios partidos, así como por la ausencia de una ley penal federal que sancione y castigue a quienes atentan contra sus derechos ciudadanos.

La especialista del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Flavia Freidenberg, expuso lo anterior y advirtió que la violencia política está latente en el actual proceso electoral, en el que los derechos ciudadanos de las mujeres podrían ser violentados, incluso en el interior de los propios partidos.

Respecto de las manifestaciones más comunes de violencia política de género mencionó la presión de partidos para registrar candidaturas sin paridad y resistencia a impulsar la capacitación de las mujeres de los propios partidos, pese a contar recursos etiquetados proporcionados por la autoridad electoral para ello.

También persisten secuestros, golpes, latigazos contra mujeres indígenas por parte de sus familiares o atentados contra su vida y la de sus familiares en estados como Chiapas, Oaxaca, Tlaxcala e Hidalgo, advirtió.

Se registran casos en los cuales dan candidaturas a las mujeres, pero en distritos históricamente perdedores, donde se les exige que renuncien una vez electas para poner un hombre en su lugar.

Igualmente se hostiga e insulta con expresiones y estereotipos de género como “Juntas, ni difuntas” para restarles credibilidad y capacidad para ejercer cargos de responsabilidad pública, relató.

La experta planteó la necesidad de crear al interior de los partidos políticos una oficina de defensoría legal para atender denuncias de las mujeres, con capacidad para sancionar incluso a dirigentes que no respeten los derechos ciudadanos.

En su encuentro con consejeras, candidatas de partidos y representante de organizaciones sociales, indicó que aunque está definido el daño o perjuicio de la violencia política, no existe una ley federal para tipificar como delito y sancionar y castigar a quienes incurran en esta agresión.

“Sería como ponerle un cascabel a un gato. Sería sancionar, incluso a dirigentes de partidos políticos que transgredan los derechos de participación política de las mujeres”, puntualizó la conferencista.

Auguró riesgos de este tipo de violencia a nivel municipal y distrital en este proceso electoral, por lo que llamó a crear una red de apoyo entre candidatas, integrantes de partidos y asesores legales para estar en comunicación permanente y atender casos y prestar ayuda necesaria.

La especialista se pronunció por una democracia paritaria, pero reconoció que en materia de participación política de género aún hay resistencias incluso entre las propias mujeres.

“No vamos a construir la democracia partidaria solas, requerimos de hombres feministas, que reconozcan el derecho de participación del género”, sostuvo en su exhorto a la sociedad en general, toda vez que el tema de violencia política no es una campaña contra los hombres sino contra la inequidad en la paridad en la política.

La investigadora impartió la Conferencia Magistral “¿Cómo luchar contra la Violencia Política hacia las Mujeres?: Estrategias para la Construcción de Democracias Paritarias”.

Asistió la presidenta del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Yucatán, María de Lourdes Rosas Moya, quien destacó la necesidad también de buscar estrategias para prevenir y atender ese tipo casos.

7(Jesús Mejía)