Mérida, Yucatán.- Aun cuando en Yucatán el promedio de abasto de agua potable a la población es superior al 90 por ciento, la Encuesta Nacional de los Hogares (ENH) reportó que junto con Quintana Roo es de los estados con menos suministro diario del vital líquido en considerable cantidad de viviendas, aunque la situación es más crítica en Campeche.

En mapa del país sobre la dotación de agua se observa que Campeche, Guerrero, Colima, Nayarit, Zacatecas y Baja California Sur presentan escasez más grave de dotación diaria del vital líquido, en tanto que Yucatán está en siguiente nivel junto con Chiapas, Tabasco, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí y Durango.

Las entidades federativas más favorecidas con ese concepto son Michoacán, Estado de México, Ciudad de México y Veracruz, así como Nuevo León y Guanajuato.

Los resultados obtenidos en dicha encuesta elaborada en 2016 dado a conocer por el INEGI muestran que el Ciclo Económico del Agua inicia con el recurso proveniente de acuíferos, ríos, arroyos y/o de la lluvia.

De esos cuerpos de agua, se extraen un poco más 216 millones de metros cúbicos para consumo de la población, agricultura, ganadería, industria, comercio y servicios.

Sin embargo, el retorno del agua al medio ambiente es de poco más de 186 millones de metros cúbicos, es decir, el 86 por ciento del total, aunque no toda es aprovechable para el consumo pues puede corresponder a fugas en los sistemas de alcantarillado, aguas residuales tratadas y no tratadas o a procesos de pérdida similares.

El problema es grave ya que este desequilibrio entre extracción y retorno de agua al medio ambiente persiste cuando menos desde el 2003, año en que fueron extraídos 175.2 millones de metros cúbicos y retornaron casi 150 millones, tendencia anual permanente, lo que refiere un déficit en la recarga de los mantos freáticos y otros cuerpos de agua.

En 2016 se extrajo un 24 por ciento más de agua que en 2003.
Aunque no hay interpretación de datos, el INEGI reconoce “impacto en el medio ambiente y en los recursos naturales, en particular en el recurso del agua como consecuencia de las actividades económicas y del consumo humano”.
(Jesús Mejía)