No creas conveniente actuar ocultando pruebas,

pues las pruebas terminan por salir a la luz

Bertrand Russell

Julian Santiesteban

Esta semana el Tribunal Electoral de Quintana Roo (Teqroo) deberá pronunciarse por la candidatura de José Luis “Chanito” Toledo Medina a la presidencia municipal de Benito Juárez, pero con los tiempos encima para el inicio de las campañas locales y cumplido el mes de las federales, quienes practican aun la guerra sucia al interior del gobierno y los partidos oficiales debieran preguntarse seriamente sobre la presión que están ejerciendo sobre el mismo gobernador, Carlos Joaquín González, pues la lógica política indica que deben cumplir con una cuota mínima de votos para el candidato presidencial, Ricardo Anaya Cortés y al ritmo que van no sólo no lo lograrán, sino que sus acciones pueden sumarse a los factores de derrota y eso deja mal parado al mandatario estatal.

Para efectos de gobernabilidad, las autoridades en funciones realizan acuerdos en todos los niveles de gobierno, pero eso no implica que no haya preferencias políticas en el más estricto sentido democrático; es decir, si como indican las tendencias, Andrés Manuel López Obrador gana la presidencia de la República, todos los gobiernos de diferentes partidos deberán acordar con el futuro mandatario, pero la competencia política indica que, hasta este proceso electoral, tienen responsabilidades –también políticas- con los partidos que los llevaron al poder. No se trata pues de “voltearse” antes de tiempo ¿o sí?

A nivel de la especulación todo se vale, decir que el gobernador apoya “por lo bajito” a todos los candidatos, que al final, como autoridad en funciones, no pierde sino que suma en todos los procesos; pero también es cierto que políticamente le asiste la responsabilidad de apoyar a su candidato presidencial y siendo Benito Juárez el municipio más poblado es ahí donde debiera ser más cuidada la selección del candidato, pero contrario a eso es donde más se ha complicado, la pregunta simple y que debiera ser motivo de reflexión es: si no es José Luis Toledo Medina el candidato que les aporte los votos para sí y para efectos de la candidatura presidencial, quién cumplirá con esa cuota? ¿quién logrará el objetivo, sin que quede en el aire la sensación de que “se hizo como que se hizo”?

Todo lo anterior representa el contexto en el que el Teqroo deberá definir la candidatura de Toledo Medina, los partidos de la coalición “Por Quintana Roo al Frente”, tanto en lo local como nacional, ya determinaron que será él y nadie más a quien postulen, queda la impresión de que el aspirante deberá acudir hasta los órganos jurisdiccionales federales para obtener justicia, pero y el orden quién lo pone entre los operadores del gobierno local ¿de verdad es un asunto de “la Luz” y sombras o es un “dejar hacer, dejar pasar” deliberado?

Luego de que concluya la semana que inicia, las campañas se arrancarán en pleno, los abanderados de todos los partidos saldrán a las calles, el gobierno, como ha declarado el gobernador, deberá concentrarse en atender a los ciudadanos y no en buscar votos; pero el tablero deberá llenarse antes de todo ello, con los actores decididos desde el “Olimpo” es una simple lógica política de ejercicio del poder.

COMENTARIO MORBOSO

Cada persona tiene derecho a tener y honrar las amistades de su preferencia, pero este fin de semana, la candidata a la diputación federal por el distrito 02, Patricia Palma Olvera, cometió una imprudencia que le valió la reprobación colectiva en redes sociales de algunos de los que, hasta ese momento, fueron sus seguidores.

Resulta que la candidata de Morena envió un afectuoso saludo a la esposa del ex candidato priísta a la gubernatura del estado y hoy recluso por peculado, Mauricio Góngora Escalante, asegurando que “pronto estaremos con él”, lo cual causó reprobación colectiva, sobre todo cuando partidos como el que la postula a la diputación han hecho escarnio público de los actos de corrupción cometidos por funcionarios de la administración de Roberto Borge Angulo y Félix González Canto.

Ciertamente, la candidata dijo no esconder a sus amistades, pero entre los reproches están los señalamientos por su vinculación evidente con el personaje en cuestión; faltará ver la reacción de Morena sobre el dislate cometido, pero sobre todo, lo interesante está en ver cómo recomponen el discurso de acusaciones a las administraciones pasadas, cuando sus mismos candidatos “no esconden” sus amistades, vaya brete en el que Patricia Palma ha metido a su partido; lo cierto es que no se ayudan ni entre ellos; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

(Foto: cortesía)