Mérida, Yucatán.- En la lucha por profundizar el cambio democrático en México y en la antesala de la elección de nuevo gobierno, la jerarquía católica ha terminado por imponer agenda a todos los candidatos y partidos políticos.
Así lo plantea el Doctor en Ciencias Políticas Iván Franco Cáceres, al compartir un breve análisis sobre los discursos y silencios de los principales contendientes en el actual proceso electoral.
“Pues estamos frente a una mega alianza, se puede decir, una mega alianza de todos los candidatos partidistas… PRI, PAN, PRD, Morena, Encuentro Social, etc., con la Iglesia católica, con los discursos religiosos, ¿no?”, precisa.
Sustenta su tesis en la ausencia de definiciones o menciones en temas polémicos, pero actuales: la libertad de la mujer para decidir sobre su cuerpo (aborto), diversidad sexual (matrimonios entre parejas del mismo sexo) y el modelo de familia (no sólo la tradicional).
“Es decir, es una como un tema que ni tocar porque no representa por decirlo así, para ellos desde luego ¿no?, una posición digamos atractiva en términos de votos”, asienta en entrevista.
El profesor investigador de tiempo completo y coordinador de la Sección de Historia del Centro INAH-Yucatán afirma que ningún candidato queda libre de esa omisión.
“¡Todos eh, absolutamente todos!: PRI, PAN, Morena y demás, por supuesto que para nada se meten en esos temas, para nada”, agrega.
“Es decir, viéndolo en perspectiva, es una agenda que, en este caso, la Iglesia católica y también los evangélicos, prácticamente tienen amarrado con todos los partidos políticos”.
Sin embargo, el también miembro del Sistema Nacional de Investigadores subraya que quien más “bulla” provoca en medio de la complejidad es el abanderado de Morena, Andrés Manuel López Obrador.
“Y entonces, dice uno, por decirlo en términos muy amplios: quien de manera más clara ya dijo, porque además lo ha dicho, que está orientado precisamente a pisotear, por decirlo así, en términos un poquito duros, el estado laico, pues es el propio López Obrador”, pondera.
Franco Cáceres cuestiona que el tabasqueño, de ganar el 1 de julio, considere al sacerdote Alejandro Solalinde como Ombudsman en México, sin demérito de la trayectoria de éste a favor de la justicia y de los derechos humanos.
“Entonces estamos viendo que, de cara a lo que puede ser una, digamos que una transición democrática, un poco más profunda de lo que hemos vivido, pues el pacto o el gran acuerdo de todas las fuerzas políticas con las fuerzas religiosas, va precisamente en detrimento, una vez más, de que no exista o de que no sea a plenitud el estado laico”, advierte.
En los pactos de López Obrador incluye, además, al obispo de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López, a quien junto con Solalinde, el investigador identifica como parte del “clero disidente” y “los brazos derechos” del Papa Francisco en México.
“Yo no discuto que las personas estas sean muy comprometidas con los pobres y demás, ¿no? Pero si lo vemos desde la perspectiva de los casi 170 años de que perdió, en teoría, porque nunca se dio también, probablemente, la fundación del estado laico en el país, con Juárez, ¿verdad?. O sea, no se definió el estado laico… se definió la educación laica, no el estado laico”.
Aunado a ello, remite a la coalición de Morena con el Partido Encuentro Social (PES), la “gran expresión de evangélicos”.
En ámbito de Yucatán, cita –como primer elemento a la vista– la incorporación Red Pro Yucatán en la elaboración de preguntas para los debates entre candidatos a la Gubernatura.
El especialista cataloga esa organización, conformada por entre 50 y 60 grupos, como “una creación del poder político-religioso”, a iniciativa (en 2007) del arzobispo Emilio Carlos Berlie Belauzarán y del abogado de la Arquidiócesis Jorge Carlos Estrada Avilés, esposo de María Fritz Sierra, actual alcaldesa de Mérida.
Igual, comenta que los gobiernos de Ivonne Ortega Pacheco y de Rolando Zapata Bello, así como el ex secretario Víctor Caballero Durán, contribuyeron al fortalecimiento de Red Pro Yucatán al recurrir a ella como interlocutora y con recursos públicos.
“Lo que ha pasado es que el discurso religioso que antes manejaba exclusivamente el PAN, pues lo empezó de alguna forma a utilizar el PRI en sus campañas políticas”, anota.
En contraparte, resume que esos grupos católicos han “cedido o concedido militancias y credibilidad, por así decirlo” a los partidos políticos.
(LectorMx. Foto: Archivo)