Mérida, Yucatán.- Con el fin de generar un amplio movimiento y llevar un mensaje esperanza y ayuda a quienes más lo necesitan, asociaciones, empresarios y ciudadanos altruistas se reunieron en torno de Emilio Betancourt, reconocido sobreviviente de un cáncer, hoy atleta de alto rendimiento.

Decenas de personas que han aportado su granito de arena para procurar a niños víctimas de cáncer, incluso el propio Betancourt convertido en un motivador, invitaron a la sociedad yucateca a sumar esfuerzos para atender a dichos infantes y a quienes requieran ayuda: “cambiar su mundo, para cambiar el mundo”.

Para ello, la asociación “Haz que suceda México” organizó la conferencia “Sin Límites” en el Foro Cine Colón, en la que Emilio Betancourt compartió su experiencia, de cómo salió adelante tras un cáncer letal que le hizo perder no sólo su pierna, sino su esperanza de vida, su autoestima y su fe en Dios.

Ante el auditorio del Teatro Colón, al que acudieron lo mismo representantes de asociaciones de apoyo, que hombres y mujeres de negocios, patrocinadores y otras personas decididas a apoyar causas nobles, el visitante de origen jalisciense sin inmutarse mostró su prótesis transtibial construida en fibra de carbono.

Narró que a los 13 años sintió los primeros dolores en la rodilla derecha, que con el tiempo se hicieron insoportables sin conocer él y sus padres la causa del problema hasta que dieron con especialistas que revelaron la causa del problema: el surgimiento de un sarcoma cancerígeno.

Relató que el avance de la enfermedad, la expectativa de perder el pie, la soledad, el aroma y las luces siempre prendidas del hospital, los dolores, la intervención quirúrgica y otros sentimientos encontrados le hicieron menguar y perder el afán por la vida.

Con micrófono en mano, siempre de pie, con una positiva actitud, el joven ahora de 20 años de edad con 1.80 de estatura, dijo haber dejado a la suerte el destino su existencia: echar 10 “volados” con una moneda, águila, la vida; sol, la muerte.

Expuso haber echado la moneda, una tras otra, 10 veces consecutivas en todas las ocasiones, aseguró, cayó con el lado del águila a la vista. “Mi vida cambio, me di cuenta que lo más importante era mi familia y que nada iba a impedir que alcanza mis sueños”, compartió.

Explicó que uno de los problemas más grandes es cuando caes en la cotidianeidad, en la costumbre y te olvidas del poder de cambiar una vida.

Por ello, llamó a compartir, a ayudar a los demás, a llevar la esperanza, a motivar los sueños en la población vulnerable porque, quien da es más feliz.

La asociación “Haz que suceda México”, que preside Ángel Barbeito Castillo, invitó a los yucatecos a formar parte de esa gran experiencia de vida que es la de ayudar, de llevar esperanza y a motivar la persecución de los sueños.

En su intervención, Barbeito Castillo expresó su reconocimiento a personas que se han distinguido pro su labor de ayuda desinteresada y mencionó a la magistrada Ligia Cortés, al sacerdote Samuel Mandujano, a los empresarios Sergio Zapata y María Teresa Azcorra, así como diversas firmas, instituciones y corporativos que han contribuido a buenas causas.

(Jesús Mejía)