Mérida, Yucatán.- En México tenemos investigación y científicos de calidad, pero en materia de patentes está muy por debajo de otros países con el mismo nivel de inversión debido a la falta de una cultura de protección del conocimiento con base en la propiedad intelectual.
Héctor Chagoya, director de patentes y tecnología del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), planteó lo anterior luego de impartir un taller sobre la Propiedad Intelectual y la Valuación de los Activos de Propiedad Intelectual en los Centros Públicos de Investigación.
Indicó en entrevista que los científicos en el país generalmente publican sus avances en papers (artículos científicos), lo que permite que otros investigadores en el mundo utilicen ese conocimiento sin que haya un retorno de inversión para México.
“De ahí la importancia de que los Centros Públicos de Investigación (CPI) protejan sus avances científicos y desarrollos tecnológicos. Cuando no proteges, estás poniendo a disposición del público ese conocimiento en todo el mundo”, comentó.
También destacó la necesidad de saber valuar el conocimiento y los desarrollos en los CPI, pues les da ventajas como tener el control del conocimiento que generan, y la posibilidad de obtener un incentivo, si el conocimiento se puede comercializar, como estipula la Ley de Ciencia y Tecnología.
“El licenciamiento de una tecnología a través de la propiedad intelectual es la forma en la que el conocimiento que se genera en un laboratorio puede llegar a la sociedad”, reiteró.
En dicho taller también participó la maestra Karla Roxana Aispuro Castro, encargada de servicios de estrategia tecnológica y transferencia, del despacho Becerril, Coca & Becerril, una consultora en temas de propiedad intelectual y de impulso a empresas hacia la innovación, y reconocida oficina de transferencia de tecnología.
Durante la capacitación en la que participaron 22 miembros del sector de ciencia y tecnología de diversas instituciones, Aispuro Castro subrayó que conocer el valor de los activos de propiedad intelectual de los CPI ayuda a que las instituciones sean más rentables e, incluso, sean capaces de generar recursos propios que puedan reinvertirse en nuevos desarrollos tecnológicos.
(Jesús Mejía)