Mérida, Yucatán.- La discriminación en Yucatán está arraigada y aparece como una de las entidades con mayor prevalencia de este comportamiento social, toda vez que se encuentra en el segundo grupo de estados con intolerancia a las diferencias de entre 19.4 y 23.9 por ciento de su población.
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) 2017, en promedio el 20.2 por ciento de la población de 18 años y más del país declaró haber sido discriminada en el último año por la forma de vestir o el arreglo personal, el peso o estatura, las creencias religiosas y la edad.
Arriba del promedio nacional está Yucatán con un 21.0 por ciento, junto con otros como Quintana Roo, Campeche, Tabasco, Veracruz y Jalisco.
Los estados con mayor afectación de discriminación son los del sur y algunos del centro, entre ellos Guerrero, Oaxaca, Puebla, Colima, Morelos y Estado de México con porcentajes de población que fluctúan entre los 24 y 28.4 por ciento.
Los de menor discriminación son: Nayarit, Zacatecas, Nuevo León, San Luis Potosí, Durango, Coahuila, Guanajuato y Chihuahua.
Al agrupar las categorías tono de piel, además del peso o estatura y forma de vestir o arreglo personal, que forman parte de la “apariencia” de las personas, se observa que más de la mitad de la población (53.8 por ciento) ha percibido discriminación en el último año debido a estos rasgos.
Una de cada 5 personas de 18 años y más declaró haber sido discriminada en el último año, se puntualiza en la Enadis) 2017 aplicada por diversas universidades públicas en 39 mil 101 viviendas en octubre del año pasado.
De la población indígena de 12 a 29 años, el 24.2 por ciento declaró haber sido discriminada por al menos un motivo o rasgo, situación que es mayor en las mujeres, en un 24.7 por ciento.
Los principales ámbitos donde las personas indígenas y las que tienen alguna discapacidad percibieron haber sido discriminadas en el último año, son los servicios médicos, la calle o transporte público, y en la familia.
El porcentaje de habitantes de 18 años y más que opina que se respetan poco o nada los derechos para los distintos grupos de población, varía de forma importante. Encabezan la lista el grupo de “trans”, con 71.9 por ciento, y el de las personas gays o lesbianas, con 65.5 por ciento.
El 57.1 por ciento de las mujeres de 18 años y más que se ocuparon en el último año como trabajadoras remuneradas del hogar declaró que en el país se respetan poco o nada sus derechos; le siguen en porcentaje la población indígena y personas con discapacidad.
Las principales características por las que en general la población de 18 años y más no le rentaría un cuarto de su vivienda a alguna persona, sería por: ser extranjera (39.1 por ciento), ser joven (38.6), ser una persona “trans” (36.4), tener VIH o SIDA (35.9), o ser gay o lesbiana (32.3).
La población que no estaría de acuerdo en que su hijo o hija se casara con una persona con SIDA o VIH suma el 56.6, para con una persona del mismo sexo es del 43.0, y para personas de la diversidad religiosa es del 13.3. Son las tres características con el mayor porcentaje de rechazo.
Los resultados de este proyecto ofrecen un panorama amplio y relevante sobre el tema de la discriminación con información que permite identificar a qué grupos de la población afecta en mayor medida. Esto contribuirá al diseño de políticas públicas orientadas al fomento de una sociedad más igualitaria y libre de discriminación.
(Foto: archivo)
(Jesús Mejía)