Mérida, Yucatán.- Mientras en Quintana Roo prácticamente se tiran al mar millones de pesos para “frenar” la llegada del sargazo, en Yucatán científicos invierten tiempo y esfuerzo en generar energía con la planta marina.
El trabajo de los investigadores de Energía Renovable del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) no es nuevo; comenzó hace un año, cuando se detectó que la arribazón de la macroalga estaba causado, cada vez, más problemas.
Para poder “convertir” este problema en una solución, los científicos locales utilizan un hongo para permitir que otros microorganismos “descompongan” el sargazo, y en este proceso generar el gas metano, combustible que puede utilizarse incluso en automóviles.
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Como hemos informado, desde antes del inicio del verano 2018, comenzó la llegada masiva de sargazo a las costas de Quintana Roo; el problema más grave se dio en la Riviera Maya, en donde el mar se pintó de café.
Desde meses antes, los hoteleros se prepararon para contrarrestar el problema porque el sargazo en la playa no es sólo es de imagen: el mal olor por la descomposición es desagradable, sobre todo para una turista que llega atraído por la limpieza de la costa.
De visita en Mérida, el presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, Roberto Cintrón Gómez, declaró que los dsocios invierten de 80,000 a 200,000 pesos semanales para contratar mano de obra e implementos para retirar el sargazo de las playas. Al menos, por lo menos, el gasto es de 320,000 pesos por cada centro de hospedaje.
Apenas la semana pasada, se anunció en Playa del Carmen la colocación de una “barrera antisargazo” en el mar, con un costo de 45 millones de pesos. Pero no resultó: el litoral no tardó en llenarse de la macroalga.
El CICY inició en 2017 un proyecto para desarrollar una metodología para producir biogás (metano), a través de un un hongo de la región, que fue aislado de la madera en descomposición.
La publicación señal que el investigador Raúl Tapia Tussel, quien advierte que el trabajo es multidisciplinario, explica que, tras colectar el sargazo de la playa, limpiarlo (eliminan arena y sal), se le deshidratar para ponerlo en contacto con el hongo (Trametes hirsuta).
Lo que hace este hongo es degradar la lignina en estas algas, porque es una “barrera” (por su dureza) para que microorganismos lo conviertan biocombustible. El sargazo del Golfo “tiene de un 15 a un 17 por ciento de este compuesto”, advierte el especialista.
En el laboratorio se han obtenido unos 104 litros de gas por kilogramo de sólido volátil de sargazo —compuestos ya degradados; y si se utiliza pretratamiento con el hongo Trametes hirsuta se obtiene hasta 30 por ciento más.
El biogás obtenido del sargazo (metano) podrá ser empleado, por sus características, incluso como combustibles para autos, pero debe probarse. También compartió que del sargazo se puede obtener bioetanol, según el comunicado.
El trabajo de Tapia Tussel fue publicado en la revista internacional Energy, y en él colaboran:
- Julio Ávila-Arias
- Jorge Domínguez Maldonado
- David Valero
- Edgar Olguin-Maciel
- Daisy Pérez-Brito
- Liliana Alzate-Gaviria
(Información de Jesús Mejía/LECTORMX.com)