Mérida, Yucatán.- Rolando Zapata Bello rindió, con el apoyo de la radio, la televisión y las redes sociales su sexto y último informe de Gobierno, pero antes, sacó el peine, se acicaló y acudió a donde se encontraban sentadas su madre, esposa e hijos para recibir los besos y buenos deseos de familia.

Sin más colaboradores cercanos presentes que la secretaria general de Gobierno, Martha Góngora Sánchez, y el secretario de Salud, Eduardo Mendoza Mézquita, el gobernador protagonizó un ritual de familia antes de su mensaje.

El político eligió el Hospital Materno Infantil, ubicado en Periférico Sur y que entró en servicio el pasado 27 de agosto, para acudir con su esposa e hijos y dar lectura a los hechos más relevantes de su gestión.

De su madre Ofelia Bello Paredes, el mandatario recibió el beso y palabras de bendición, de su esposa Sara Blancarte los últimos ajustes a su guayabera, de su hija Monserrat los buenos deseos y de su hijo Rolando el puño y la palma como entrañables amigos.

También saludó a los responsables de cada una de las áreas y del personal que encabeza Margarita Viana Pizarro, que dio la noticia de que en los últimos tres días el nosocomio ya atendió el nacimiento 15 nenés, ocho varones y siete mujeres.

Antes de comenzar su informe, el titular del Ejecutivo local saludó al personal de transmisión de Canal 13, así como al equipo técnico que hizo posible la difusión por redes sociales.

Un minuto antes de las 11 de la mañana, Zapata Bello hizo los últimos arreglos a su persona y bebió un poco de agua.

En poco más de una hora, el gobernador expuso, mediante lectura en un telepronter o pantalla digital junto a la cámara, los logros más importantes de su administración.

La recepción del hospital albergó en mayor número a representantes de los medios de prensa, así como camarógrafos y cuerpo técnico que siguió la transmisión a todo Yucatán. No hubo más funcionarios.

El priísta dijo haber trabajado con honestidad, entrega, convicción y dedicación, y agradeció a cuántos pudo por los logros alcanzado y el cumplimiento de casi la totalidad de sus compromisos de campaña.

Aseguró que deja un mejor estado que en el 2012, y confió en que Yucatán registrará para el 2024 mejores condiciones que en la actualidad, por lo que deseó éxito a su sucesor Mauricio Vila Dosal.

Al final de su discurso, Zapata Bello recurrió a parlamentos comunes como el de esperar el juicio de la historia y el deseo de caminar por las calles “con la frente en alto y la cara al sol”, con la conciencia de que si no hizo las cosas a la perfección hizo lo mejor que pudo.

En su mensaje político, Zapata Bello sorprendió a la audencia al resaltar desde su papel como gobernador, la filiación y el orgullo de su militancia al Partido Revolucionario Institucional, del que será el próximo secretario general, de acuerdo con versiones de círculos políticos.

Afirmó que demostró con hechos su amor por esta tierra, que logró cambios permanentes y rutas nuevas por las que transitarán nuevas generaciones.

Quiso hablar con el corazón, pero se limitó al discurso preparado por sus asesores y terminó su intervención con los deseos de prosperidad y bienestar para Yucatán.

Al final, agradeció la participación de los reporteros por la labor de difusión de las acciones gubernamentales, se tomó una selfie con ellos, saludó a oficiales de la policía estatal y se perdió entre el verdor del monte y el grisáceo panorama del sur de la ciudad de Mérida.

(Jesús Mejía)