Mérida, Yucatán.- Organizaciones civiles y religiosas se manifestaron en la Plaza Grande de esta ciudad contra el aborto y a favor de los llamados valores tradicionales de la familia, formada por hombre y mujer.

En medio de una constante e interminente lloviza vespertina, unas 1,000 personas acudieron la convocatoria del Frente Nacional por la Familia para realizar lo que denominaron “ola celeste”, en el corazón de la ciudad.

Además de los discursos, en los que establecieron su posición frente a la interrupción legal del embarazo, se presentaron, en una tarima en el centro de la plaza, varios artistas con canciones que reforzaban las ideas de los manifestantes, la mayoría procatólicos.

Aunque la manifestación pacífica estaba convocada a las 17:00 horas (5 de la tarde), las malas condiciones del tiempo impidieron que comenzara a tiempo, por lo que no inició sino más de media hora después.

Ataviados casi todos con ropa de colores claros, la mayoría azul bajo, y pañuelos con la leyenda “Salvemos las 2 vidas”, varios de los asistentes rezaron (oraciones católicas), en grupos y en voz alta , antes de que comenzaran los discursos.

Mientras esto ocurría, 4 ó 5 jóvenes que estaban entre los asistentes videograban y comentaban la manifestación con críticas hacia la postura de los asistentes. Algunos de ellos se quejaron con policías municipales y éstos, a la fuerza, sacaron a uno de ellos y obligaron a sus compañeros a retirarse del lugar.

El argumento de los policías es que “había una queja” de que los jóvenes estaban videograbando muy de cerca a los manifestantes; el joven que prácticamente fue empujado para salir del lugar, se quejaba insistemente de que no había agredido a nadie y que a él también lo videograban. Pero los policías no le hicieron caso.

En cuanto a los discursos de los integrantes del Frente Nacional por la Familia -quienes, a su vez, son integrantes de varias organizaciones en Yucatán- su principal reclamo y petición fue hacia el gobierno federal que asumirá el poder el próximo 1 de diciembre.

De hecho, quienes hablaron al micrófono se centraron en una idea principal, que se resume así:

“Que a las autoridades, tanto las locales, como las que están por llegar, les quede claro que lo que queremos los mexicanos es la vida, desde la gestación y hasta que llegue una muerte natural… eso es lo que protegemos todos”.

Eso dijo Salvador Rodríguez Gutiérrez, representante de la Red Pro Yucatán, quien leyó un manifiesto en el que reiteró que los legisladores y gobernantes “quieren imponer la cultura de la muerte” y advirtió: “No lo vamos a permitir”.

Criticaron también “la agenda particular de Olga Sánchez Cordero”, futura secretaria de Gobernación, quien, según ellos, “promueve drogas para jóvenes, legalización de aborto, eutanasia para adultos mayores”, por lo que insistieron en que “no representa las verdaderas necesidades de las mujeres en México”.

También le hicieron un llamado al próximo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para pedirle que respetara su palabra de escuchar a todos; en este caso, le pidieron no avalar “políticas abortistas”.

Conforme avanzaba el acto, cerca de las 18:30 horas, prácticamente la mitad de las personas se habían retirado. Sin embargo, el evento continuó con varios números musicales e incluso un acto fuera de lo común: a una mujer embarazada, le pusieron un micrófono en el vientre para escuchar cómo latía el corazón del bebé.

Salvo el incidente con los jóvenes que no apoyaban la manifestación, no hubo mayores problemas en el desarrollo de la llamada ola azul.

De acuerdo con los organizadores, la protesta se realizó simultáneamente en 200 municipios y congregó -al menos en el papel- a 2 millones de personas a lo largo y ancho del país.

También hablaron al micrófono Altia Celis Quintal, Julio Mendoza Ayora y Rocío Ortiz.