Actualmente es común que las personas tengan una vida sedentaria debido a las largas jornadas de trabajo o al tiempo libre que ahora se invierte en la tecnología o actividades que se disfrutan sentado.

Si ingerimos una gran cantidad de harina, azúcares refinadas y grasas saturadas, pero no realizamos ejercicio, los alimentos no se procesarán correctamente, por lo cual incrementará la grasa y, por supuesto, el peso.

De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), “más del 95% de la ganancia de peso es debido al consumo excesivo de alimentos altos en grasas y azúcares refinados, así como a la falta o nula práctica de actividad física”.

Por lo tanto, es importante seguir una dieta baja en grasas saturadas, azúcares y carbohidratos, los cuales tardan más en el proceso de digestión, si eres una persona con una vida sedentaria.

Los principales alimentos que debemos evitar si somos sedentarios son los refinados. Nuestra experta en nutrición Fernanda Alvarado afirma que debemos evitar consumir los alimentos que “elevan rápidamente los niveles de azúcar en la sangre como el pan, las galletas, los postres y las bebidas azucaradas”. Asimismo, recomienda que para prevenir eventos cardiovasculares debemos limitar la ingesta de embutidos, carne roja, frituras, harinas y alimentos procesados.

Las personas sedentarias deben incluir a su dieta alimentos como pescado, pollo, huevo, leguminosas (frijol, haba, garbanzo), verduras de hoja verde (lechuga, quelites, acelgas, espinacas), nopales y ciertas frutas (papaya, plátano, sandía, manzanas, ciruelas, durazno, fresas, peras); también deben consumir cereales de grano entero.

Es importante que consumas alimentos con pocas grasas, conservadores y azúcares, debido a que pueden ser factor del incremento de nuestro peso. Además es fundamental intentar hacer actividades físicas, para estimular la digestión.

Y finalmente, no olvides consumir suficiente agua natural y si es de frutas, tómala sin azúcar.

(vanguardia.com.mx)