Mérida, Yucatán.- La proyección del presupuesto para las universidades públicas del país tiene inquietos a los responsables de esas instituciones.

El rector de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), José de Jesús Williams, admitió que existe preocupación por cómo se resolverá el tema de los dineros para el próximo año.

“Sí, estamos preocupados, pero tenemos que esperar hasta que haya una información mucho más clara, mucho más certera para que a partir de allí ya tengamos la información y tomemos las decisiones correspondientes”, explicó.

Aunque aclaró que el supuesto recorte de 32.5 por ciento a ese rubro ha sido reconocido como un error, planteó inconveniencias de quitar recursos económicos a este sector.

“No sólo afectaría a las finanzas de la universidad, afectaría las finanzas de toda la educación superior en el país. Es el tamaño del daño que se puede causar, ¿no?”, dijo en entrevista.

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El funcionario precisó que una eventual reducción en el presupuesto no sería consecuente con la tarea asignada a las universidades públicas.

“Nosotros estamos a las expectativas de lo que en su momento determine la Secretaría de Hacienda y Crédito Público”, agregó.

De la situación de la Uady, Williams presumió que “está bien”, con finanzas sanas, como parte de una ocupación que no es de ahora.

“Esta es una política que traemos ya de hace varios años, ¿no?, en ese plan que tenemos de responsabilidad social y la responsabilidad que tenemos como universidad pública que somos”, puntualizó.

“Y en ese sentido, tenemos necesariamente que seguir así para darle viabilidad a nuestra universidad y poder seguir cumpliendo las funciones sustantivas que nos tienen asignado”.

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El rector reveló que para 2019, la Uady estima un presupuesto de alrededor de 2,400 de pesos, un 5 o 6 por ciento más en comparación con el año que termina.

La propuesta oficial será presentada al Consejo Universitario, en sesión del 30 de noviembre.

Según Williams, el incremento previsto contempla un alza inflacionaria y prácticamente lo necesario para cubrir gastos de operación y compromisos de la casa de estudios.

En los montos de 2018, la Federación aportó unos mil 900 millones, que significan entre el 88 y 89 por ciento del total.