Mérida, Yucatán.- Expectación e incertidumbre prevalecen entre los trabajadores de las delegaciones e instituciones federales de Yucatán ante el inminente relevo en la Presidencia de la República y la anunciada creación de superdelegados que aglutinarán las funciones de las dependencias en los estados.
“En el Issste (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio del Estado) hay incertidumbre porque no ha habido información clara sobre el trabajo operativo que va a desarrollar el superdelegado”, confió el señor Rubén Sánchez Caamal, uno de los trabajadores en activo desde hace 15 años en la institución.
La institución aglutina en sus servicios y prestaciones a cerca de 180 mil derechohabientes, de los cuales, unos 45 mil son trabajadores al servicio del Estado, que incluye a maestros de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y empleados de las delegaciones y organismos descentralizados del gobierno federal, a los cuales atiende en sus 15 unidades médicas familiares y hospitales regionales.
Sánchez Caamal comentó que la preocupación prevalece en los mandos medios ante la posibilidad de aplicar recortes en el personal de confianza como parte de las medidas de austeridad que anunció el presidente electo.
De acuerdo con datos oficiales, la Federación eroga el principal gasto –unos 180 millones de pesos mensuales- entre el personal de confianza en el estado de Yucatán, ya sea delegados, subdelegados, jefes de departamento, coordinadores de área y directores de programas.
“En lo que se refiere a nosotros, ya lo saben todos, cualquier compañero de base que pudiera ser afectado, el Sindicato intervendrá solidariamente incluso con la posibilidad de realizar paros tanto en las áreas administrativas como en las clínicas de atención médica familiar”, expuso con seguridad el empleado.
El temor entre los trabajadores ha sido tal que la secretaria general de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado en Yucatán (FSTSE), Flor Isela Vargas Sánchez, se negó se hacer declaraciones sobre el tema con el argumento de contar “con una agenda llena de trabajo” y prefirió callar y esperar los movimientos.
En las oficinas administrativas de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) de la colonia Yucalpetén, Mérida, trabajadores manifestaron que hay más expectativas en esperar lo que sigue, dado que no hay información oficial sobre ajustes de personal y de las áreas operativas.
“No sabemos nada. Estamos esperando como ha sucedido en otros sexenios, los cambios de directores”, dijo uno de los 200 empleados con que cuenta el organismo, cuya operación abarca los observatorios meteorológicos ubicados en Progreso, Valladolid y Mérida.
Mencionó que como trabajadores sindicalizados están en espera de saber y conocer cómo va funcionar la figura de superdelegados, ya que no es lo mismo la Conagua, dijo, que el Instituto Nacional de Migración o la Secretaría de Relaciones Exteriores que expide pasaportes.
La única información con la que cuentan es que Blanca Jiménez Cisneros será la directora general de la Conagua a nivel nacional, pero reiteraron su falta de información sobre las funciones operativas que tendrán los superdelegados.
En general, el movimiento de personal y los servicios de las oficinas gubernamentales son normales, y tanto en el Issste que aglutina a todos los burócratas federales como la Conagua recalcaron que no han tenido la visita de Joaquín “Huacho” Díaz Mena, quien será nombrado como el superdelegado en Yucatán.
(Jesús Mejía/Reportero)