Mérida, Yucatán.- Además de la obtención de hongos comestibles a partir del sustrato de sargazo, un problema que golpea las costas del Caribe mexicano, también es posible cultivar cilantro, rábanos y lechuga, lo que representa una alternativa de solución y aprovechamiento futuro.

Candelaria Pérez, investigadora del Banco de Germoplasma del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), resaltó lo anterior al mencionar que los desechos de pasto marino que invadieron las playas son susceptibles de explotación agrícola con posibilidades de obtener beneficios económicos de las cosechas.

Explicó en entrevista que con el sustrato, tras un proceso de pasteurización de 70 a 80 grados por 30 minutos, es posible obtener amplia variedad de setos comestibles, entre ellos champiñones, además de algunas hortalizas previa combinación con tierra para cultivo.

Pueden obtenerse hasta 114 kilogramos de setas frescas por cada tonelada de sargazo húmedo en un período de 40 a 50 días y también cosecharse hasta 883 kilogramos de hongos por tonelada de sargazo seco con una eficiencia biológica del 88.3 por ciento, a un valor de mercado de 80 pesos el kilogramo del producto fresco en Cancún, Quintana Roo.

En esta alternativa biotecnológica, proyecto coordinado por Alfonso Larqué Saavedra, participó un grupo interdisciplinario de 16 científicos y está disponible para productores agrícolas interesados, indicó.

La propuesta surgió debido la crisis del sargazo durante 2018 en la parte oriental de la Península de Yucatán, un fenómeno atípico por las cantidades registradas.

El aprovechamiento integral del sargazo podría ayudar no sólo a resolver el problema ecológico y turístico, sino también a generar valor agregado, que repercuta directamente en beneficio económico para la sociedad, dijo la investigadora.

(Jesús Mejía)