Mérida, Yucatán.- Contrarrestar los efectos del calentamiento global mediante fuentes alternativas de energía por encima de intereses de rentabilidad y los vaivenes de la economía, es urgencia.

Así se pronunció el director general del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav), plantel Mérida, Rafael Rivera Bustamante.

Al mencionar efectos de la elevación de la temperatura, los cambios estacionales y el aumento de los niveles en los océanos, el cuestionó que los inversionistas estén sujetos a los vaivenes de los precios internacionales del petróleo para invertir en fuentes de energías eólicas y fotovoltaicas.

En su opinión, cuando el precio del crudo incrementa su precio, los empresarios no ven rentable invertir en otras fuentes de energía y cuando baja el costo del barril del petróleo, establecen expectativas diferentes, lo cual, dijo, es estar supeditado a variaciones económicas.

Afirmó en entrevista que es necesario cambiar esa forma de ver las cosas y establecer criterios de inversión y políticas públicas orientadas de manera primordial al cuidado del medio ambiente, lo cual es una prioridad.

Bajo esta perspectiva, refirió que las consultas a las comunidades son obligatorias y necesarias, por lo que deben plantearse con objetividad los impactos de los proyectos, pero también establecer los beneficios que para el medio ambiente tendrán dichos desarrollos.

“No hay ninguna fuente de energía que no cause ningún impacto. La eólica, por ejemplo, provoca disturbio en las poblaciones de aves u otro tipo de fauna. Entonces, lo que tenemos que hacer es comparar opciones, de daño mayor a menor, pero algún impacto van a tener esos proyectos”, puntualizó.

Incluso algunos proyectos de generación de energía limpia como la nuclear; sin embargo, aclaró, tiene sus problemas y riesgos y es el caso de Chernobil, cuando hay errores pueden causar catástrofes.

“No vamos encontrar la alternativa de generación de cien por ciento sin problemas, sino de buscar la de menor impacto, consciente de que puede haber menos daños posibles”, valoró el investigador al referirse a las objeciones de comunidades ejidales e indígenas a diversos planes generación de energías limpias en Yucatán.

Informó que el Cinvestav trabaja en proyectos de energías renovables a pequeña escala para captar y aprovechar con mayor eficiencia la luz solar.

“Se requieren inversiones muy grandes e instituciones como la nuestra no tienen los fondos para desarrollar a gran escala los proyectos”, acotó.

Y reveló que el Cinvestav Mérida trabaja en la obtención de biocombustibles a partir de los desperdicios agrícolas que actualmente se queman.

En la agricultura, citó, se incendian los campos para preparar los siguientes cultivos.

Podemos evitar eso, en lugar de quemar aprovechar los desperdicios o residuos agrícolas para la obtención de biocombustibles, así estableceríamos una relación entre desarrollo y medio ambiente, recomendó el director del Cinvestav.

(Jesús Mejía)