Mérida, Yucatán.- La zarigüeya, animal emblemático de Yucatán, se encuentra en condiciones de sobrevivencia, sobre todo en la zona urbana, donde además de ser perseguidas por el hombre y su ignorancia, los perros y, sobre todo, gatos callejeros representan sus mayores depredadores.
El responsable de la Unidad de Vida Silvestre A.C., Marco Bo Euán, planteó que aunque la gente ha adquirido más conciencia y conocimiento sobre el marsupial, la proliferación nociva de felinos que merodean sin control constituye hoy su principal enemigo.
Reconoció que el crecimiento de la mancha habitacional, la conversión de áreas de montes y predios con maleza en secciones pavimentadas o de edificación de inmuebles, así como la barrera que representa el periférico, van reduciendo el hábitat de las zarigüeyas.
De igual manera, expuso que la circulación de vehículos y el ataque de personas son factores que han influido en esos marsupiales, cuya población, dijo, se desconoce ya que no hay estudios científicos al respecto.
El voluntario recomendó a las personas que vean alguna zarigüeya le permitan protegerse junto con sus crías en sus patios, ya que son animales inofensivos, además de nocturnos, ya que en horas de la noche buscan su alimento consistente básicamente en frutas y semillas, así como insectos y algunos roedores.
Llamó a despejar y eliminar ciertos mitos que se ciernen sobre esos animales como el decir que son “zorros” cuando en realidad son marsupiales y el difundir que transmiten la rabia cuando en realidad no es así, ya que su temperatura corporal evita la subsistencia del virus.
Al contrario, afirmó, las zarigüeyas traen beneficios a la comunidad, ya que se alimentan de garrapatas, insectos y roedores que se encuentran en patios y huertos familiares.
El especialista agregó que las zarigüeyas no pueden ser tratadas y menos encerradas como animales de compañía, ya que son de vida silvestre y requieren ciertas condiciones de subsistencia, desarrollo y ecosistemas.
Estas fechas son de reproducción, por lo que será más común ver a las crías merodeando.
Refirió que la Unidad de Vida Silvestre recibe zarigüeyas en condiciones de supervivencia o con lesiones; sin embargo, admitió que el refugio se encuentra saturado, ya que cuentan con más de 150 crías que requieren alimentación y cuidados especiales.
(Jesús Mejía)