Mérida, Yucatán.- Con la finalidad de contribuir a la adecuada arborización de la capital yucateca y evitar sobrecalentamiento de la mancha urbana, desplomes y fracturas en las aceras, el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) recomendó el cultivo intensivo de árboles nativos.

Roger Orellana Lanza, Lilia Carrillo Sánchez y Verónica Franco Toriz, del Jardín Botánico Regional del CICY, explicaron que el uso de plantas autóctonas, aquellas que viven y crecen de forma natural en la península de Yucatán, pueden adaptarse al medio urbano y contribuir a la conservación de la flora regional.

Con esta sugerencia, el CICY se suma a la estrategia de arborización anunciada de manera conjunta por el Gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Mérida para cultivar en la ciudad este año 200 mil árboles.

Expusieron que plantar árboles nativos en calles, patios, parques y aceras reduciría problemas, como el desplome por vientos de huracanes, invasión de espacios, caída de ramas sobre avenidas o vehículos, e inhibición del crecimiento de otras plantas (aleopatía), por mencionar algunos perjuicios.

Algunos de los árboles nativos de gran porte recomendados para ciudades son: beek o roble (Ehretia tinifolia), makulís (Tabebuia rosea), makulís amarillo (Tabebuia chrysantha), ciricote o k’opte (Cordia dodencandra), ramón u oox (Brosimum alicastrum), chak oox (Trophis racemosa) y guaya india (Talisia oliviformis), por ejemplo.

También mencionaron especies de porte mediano y pequeño para patios de casas como: flor de mayo (Plumeria rubra), balché (Lonchocarpus punctatus), katsin ek’ (Pithecellobium keyense), k’anisté (Pouteria campechiana) y guayacán (Guaiacum sanctum).

El doctor Orellana enlistó árboles exóticos propios para calles, como: guanábana (Annona muricata), saramuyo (Annona squamosa) o naranja agria (Citrus auriantium).

En cambio, citó árboles que por sus características no sería conveniente cultivar en calles de las ciudades: almendro (Terminalia catappa), box katzim (Acacia gaumeri), ceiba (Ceiba pentandra), flamboyán (Delonix regia), lluvia de oro (Cassia fistula), zapote (Manilkara sapota), tulipán africano (Spathodea campanulata) y nim (Melia azedarach), por mencionar algunos.

Orellana resaltó la estrategia gubernamental de plantar árboles, ya que contribuye a la conservación del patrimonio natural, al embellecimiento de los espacios públicos, además de combatir el sobrecalentamiento y promover la oxigenación y la ventilación de la ciudad.

Invitó a los ciudadanos a plantar árboles y cuidarlos. En ese sentido, sugirió consultar el libro árboles recomendables para (las calles de) las ciudades de la Península de Yucatán, del año 2007, de próxima reedición en el CICY.

(Jesús Mejía)