Mérida, Yucatán.- Pese al optimismo del gobernador Mauricio Vila Dosal de que a mediano plazo habría gas natural para las centrales termoeléctricas de Yucatán que permitan generar electricidad a bajo costo, su subsecretario de Energía, Juan Carlos Vega Milke, corrigió que “sólo son estimados” y que no hay fecha todavía para el suministro del energético.

Durante la puesta en operación de paneles solares en la empresa empacadora y almacenadora Dunosusa, el mandatario estatal aseguró ante empresarios y directivos que está “trabajando con las autoridades federales para lograr el abasto de gas a mediano plazo”.

Expresó confianza de que con el suministro a las plantas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) Mérida II y III; así como la futura Mérida IV, el costo de la energía eléctrica sea más bajo en beneficio de la industria y los hogares yucatecos.

Sin embargo, el subsecretario de Energía señaló que esos planteamientos son estimaciones, ya que no hay fechas precisas todavía para el suministro de gas natural que demandan tanto empresas como plantas de electricidad, que hoy consumen diésel con alto costo de generación.

Reconoció que el proceso de suministro de gas a la Península de Yucatán del ducto marino del sur de Texas-Tuxpan a la red de Mayakán –de 780 kilómetros– está estancado dado que la CFE abrió un proceso de arbitraje internacional contra los desarrolladores y dueños de los ductos.

El funcionario explicó que a pese a las previsiones de iniciar el abasto de gas a mediados de este mes, la operación del ducto está detenida porque la CFE no ha entregado la constancia de terminación de obra.

¿En qué tiempo podríamos contar con gas natural para la Península?, se le cuestionó, a lo que respondió: “Eso pudiese ser tan corto como si se pusiesen de acuerdo hoy en día y la CFE expide la terminación de obra, entonces ese ducto se empaca más o menos en dos semanas y en tres o cuatro semanas tendríamos gas”.

En otro punto, Vega Milke confirmó que existen 24 permisos a compañías interesadas en generar tres mil 400 megawatts con inversión conjunta de cuatro mil 500 millones de dólares.

Igual mencionó que existen cuando menos otras 10 firmas que sin autorizaciones ya están invirtiendo para participar también en la generación de electricidad.

Planteó que pese a la resistencia y oposición de grupos de comunidades que forman “una minoría”, las inversiones en mega parques eólicos y fotovoltaicos o solares continúan en marcha.

Dijo desconocer cuántos amparos se han interpuesto contra los proyectos de generación, pero afirmó en que la medida que estos litigios se resuelvan, se trabaja en la instalación, toda vez que un amparo no significa suspensión de las obras.

A la fecha, en Yucatán ya operan dos plantas eólicas: en San Ignacio, Progreso, y Dzilam de Bravo, y dos fotovoltaicas: en Tizimín y Peto, que generan de manera conjunta 200 megawatts por hora capaces de atender las necesidades de electricidad de 450 mil hogares.

(Jesús Mejía)