El divorcio es, en el mejor de los casos, un fracaso, y nos interesa mucho
más buscar curar su causa que completar sus defectos
Gilbert Keith Chesterton

Julian Santiesteban

Chetumal, Quintana Roo.- El Partido Acción Nacional (PAN) renovó sus comités municipales de Quintana Roo este fin de semana, pero sus miembros activos no van más allá de dos mil; mientras el de la Revolución Democrática a nivel nacional (PRD) se debate entre la desaparición o mutación a Futuro 21; y aunque desde sus años mozos han insistido alianzas contra natura, ahora en la senectud les ha dado por solicitar el “divorcio” y hacerse miradas feas, como si uno tuviera más valía que el otro.

Marco Cortés, el dirigente nacional albiazul, declaró que en 2021 irán solos a las urnas, aunque hay quien dice que ya prepara una alianza con Alejandro Moreno Cárdenas, el nuevo dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI); y esa versión ha permeado ya a nivel de las entidades, por lo menos en Quintana Roo, donde el aun dirigente (se supone que en octubre dejaría el cargo), Juan Carlos Pallares Bueno, ha dicho que ya valoran seguir aliados al sol azteca, ante la posible mutación del PRD a Futuro 21.

A lo largo de 28 años, PAN y PRD han compartido más de 20 candidatos a gobernadores, de los cuales 11 han logrado el triunfo y, en algunos casos, la alternancia en entidades que habían estado históricamente bajo el dominio del PRI, como es el caso de Quintana Roo, con Carlos Joaquín González, pero en lo local las “franquicias” se han devaluado, tanto por enfrentamientos internos como por ese “tsunami” que representó la candidatura de Andrés Manuel López Obrador y que tiene a su partido, Morena, como la principal fuerza política del país y la entidad no es la excepción.

De acuerdo a un artículo publicado en 2017 por La Silla Rota, la efectividad de la coalición entre el PAN y PRD ha oscilado entre el 25 y 55 por ciento, con momentos excepcionales del 71 por ciento del 2012 al 2016 –aunque recuérdese también que en esa etapa ambos partidos estuvieron muy ligados al PRI, vía el gobierno federal y muchos de sus candidatos provinieron de ese partido-; pero luego de esa fecha, las derrotas han venido de manera tal que ambos partidos tienen sus bancadas legislativas más reducidas de las últimas dos décadas.

En Quintana Roo, el PAN tendrá cuatro diputados en la XVI legislatura y el PRD apenas dos (ambos con candidatos, prácticamente todos, que no son militantes); y el caso es que desde 2017 sus respectivas dirigencias han renegado de mantenerse en alianza, pero aun así lo hacen y ambos partidos reclaman espacios a la administración estatal por haber logrado el triunfo, con un candidato ahora gobernador que provino del PRI, así de lastimero es su panorama.

Lo cierto es que, con sus dos mil militantes el albiazul poco logrará en 2021 y el PRD o Futuro 21 –si el sol azteca siempre sí cede el registro- anda por el mismo rumbo, y si no es por “amor terminado” será por falta de efectividad, pero parece que, ahora sí, la relación ha llegado a su fin, cuando la vejez y virilidad también se ha reducido.

COMENTARIO MORBOSO

La disputa entre el Poder Judicial de la Federación y el Poder Ejecutivo parece estar encontrando daños colaterales, pues este lunes, el Juzgado Tercero de Distrito con sede en el Estado de México negó la prisión domiciliaria al ex gobernador quintanarroense, Mario Villanueva Madrid, con el argumento de que el juez que dictaminó no tiene “ámbito de influencia” en la zona en donde ahora se mantiene preso el ex mandatario, cuando el juzgador no se excusó de conocer el caso y nunca antes argumentó tal situación, por lo que se infiere que la decisión es sólo una excusa para el golpeteo entre poderes.

¿La razón? El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador conoció del caso de Villanueva Madrid, en sus eventos públicos en Quintana Roo prometió a la familia justicia, se señaló desde el inicio de la administración que, además de la vía judicial, el ex gobernador pudiera ser integrado a la lista de presos amnistiados por la Cuarta Transformación Republicana, pero luego vendrían los enfrentamientos por el tema de la norma impulsada por el mandatario federal para que ningún funcionario público ganase más que el presidente, misma que fue rechazada por el Poder Judicial y, a últimas fechas, los amparos concedidos por distintos juzgadores en contra de obras emblemáticas como el aeropuerto de Santa Lucía, que hasta ahora permanecen detenidos.

Aun con esos daños colaterales, la defensa de Villanueva Madrid ya analiza apelar la decisión ante el Tribunal Unitario en Toluca, además de la posibilidad de denunciar al juez ante el Consejo de la Judicatura; pues el ex gobernador cumple todos los requisitos para ser trasladado a su casa, tanto por edad como por salud, por lo que la solicitud es sólo con base en la ley, no en la clemencia o bondad y la resolución tiene más tintes de golpeteo entre poderes, que de impartición de justicia; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

Julian Santiesteban

Chetumal, Quintana Roo.- El Partido Acción Nacional (PAN) renovó sus comités municipales de Quintana Roo este fin de semana, pero sus miembros activos no van más allá de dos mil; mientras el de la Revolución Democrática a nivel nacional (PRD) se debate entre la desaparición o mutación a Futuro 21; y aunque desde sus años mozos han insistido alianzas contra natura, ahora en la senectud les ha dado por solicitar el “divorcio” y hacerse miradas feas, como si uno tuviera más valía que el otro.

Marco Cortés, el dirigente nacional albiazul, declaró que en 2021 irán solos a las urnas, aunque hay quien dice que ya prepara una alianza con Alejandro Moreno Cárdenas, el nuevo dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI); y esa versión ha permeado ya a nivel de las entidades, por lo menos en Quintana Roo, donde el aun dirigente (se supone que en octubre dejaría el cargo), Juan Carlos Pallares Bueno, ha dicho que ya valoran seguir aliados al sol azteca, ante la posible mutación del PRD a Futuro 21.

A lo largo de 28 años, PAN y PRD han compartido más de 20 candidatos a gobernadores, de los cuales 11 han logrado el triunfo y, en algunos casos, la alternancia en entidades que habían estado históricamente bajo el dominio del PRI, como es el caso de Quintana Roo, con Carlos Joaquín González, pero en lo local las “franquicias” se han devaluado, tanto por enfrentamientos internos como por ese “tsunami” que representó la candidatura de Andrés Manuel López Obrador y que tiene a su partido, Morena, como la principal fuerza política del país y la entidad no es la excepción.

De acuerdo a un artículo publicado en 2017 por La Silla Rota, la efectividad de la coalición entre el PAN y PRD ha oscilado entre el 25 y 55 por ciento, con momentos excepcionales del 71 por ciento del 2012 al 2016 –aunque recuérdese también que en esa etapa ambos partidos estuvieron muy ligados al PRI, vía el gobierno federal y muchos de sus candidatos provinieron de ese partido-; pero luego de esa fecha, las derrotas han venido de manera tal que ambos partidos tienen sus bancadas legislativas más reducidas de las últimas dos décadas.

En Quintana Roo, el PAN tendrá cuatro diputados en la XVI legislatura y el PRD apenas dos (ambos con candidatos, prácticamente todos, que no son militantes); y el caso es que desde 2017 sus respectivas dirigencias han renegado de mantenerse en alianza, pero aun así lo hacen y ambos partidos reclaman espacios a la administración estatal por haber logrado el triunfo, con un candidato ahora gobernador que provino del PRI, así de lastimero es su panorama.

Lo cierto es que, con sus dos mil militantes el albiazul poco logrará en 2021 y el PRD o Futuro 21 –si el sol azteca siempre sí cede el registro- anda por el mismo rumbo, y si no es por “amor terminado” será por falta de efectividad, pero parece que, ahora sí, la relación ha llegado a su fin, cuando la vejez y virilidad también se ha reducido.

COMENTARIO MORBOSO

La disputa entre el Poder Judicial de la Federación y el Poder Ejecutivo parece estar encontrando daños colaterales, pues este lunes, el Juzgado Tercero de Distrito con sede en el Estado de México negó la prisión domiciliaria al ex gobernador quintanarroense, Mario Villanueva Madrid, con el argumento de que el juez que dictaminó no tiene “ámbito de influencia” en la zona en donde ahora se mantiene preso el ex mandatario, cuando el juzgador no se excusó de conocer el caso y nunca antes argumentó tal situación, por lo que se infiere que la decisión es sólo una excusa para el golpeteo entre poderes.

¿La razón? El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador conoció del caso de Villanueva Madrid, en sus eventos públicos en Quintana Roo prometió a la familia justicia, se señaló desde el inicio de la administración que, además de la vía judicial, el ex gobernador pudiera ser integrado a la lista de presos amnistiados por la Cuarta Transformación Republicana, pero luego vendrían los enfrentamientos por el tema de la norma impulsada por el mandatario federal para que ningún funcionario público ganase más que el presidente, misma que fue rechazada por el Poder Judicial y, a últimas fechas, los amparos concedidos por distintos juzgadores en contra de obras emblemáticas como el aeropuerto de Santa Lucía, que hasta ahora permanecen detenidos.

Aun con esos daños colaterales, la defensa de Villanueva Madrid ya analiza apelar la decisión ante el Tribunal Unitario en Toluca, además de la posibilidad de denunciar al juez ante el Consejo de la Judicatura; pues el ex gobernador cumple todos los requisitos para ser trasladado a su casa, tanto por edad como por salud, por lo que la solicitud es sólo con base en la ley, no en la clemencia o bondad y la resolución tiene más tintes de golpeteo entre poderes, que de impartición de justicia; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.