Ciudad de México.- La fortuna ha estado de lado de la actual administración federal, lo que ha permitido sortear complicaciones y enfrentar compromisos.

Así lo reconoció el presidente Andrés Manuel López Obrador, en el mensaje de su Primer Informe de Gobierno, a menos de un año de que asumió el cargo.

“Es mucho lo alcanzado en pos de los ideales de honestidad, justicia, legalidad y democracia; con lo conseguido en apenas nueve meses bastaría para demostrar que no estamos viviendo un mero cambio de gobierno, sino un cambio de régimen, porque esto no ha sido ni será más de lo mismo, por el contrario, está en marcha una auténtica regeneración de la vida pública de México.

“Confieso que hemos contado con suerte”, afirmó en la parte final de su intervención.

En poco más de 1 hora y 35 minutos, el presidente expuso logros, cifras, avances y desafíos.

Y en ese tenor, apeló al italiano Nicolás Maquiavelo –considerado padre de la ciencia política moderna– y su frase: “la política es virtud y fortuna”.

“En este tiempo han soplado buenos vientos y estamos llevando a la práctica una transformación profunda con poca confrontación y sin violencia política. No dejan de existir ni queremos que desaparezcan las protestas legítimas de los ciudadanos ni los reclamos de nuestros adversarios: los conservadores que se oponen a cualquier cambio verdadero y están nerviosos o incluso fuera de quicio.

“Sin embargo, no han podido constituir, y esto lo celebramos y toco madera para que no se pueda crear un grupo o una facción con la fuerza de los reaccionarios de otros tiempos. Además, lo digo con respeto, no quiero que se entienda como un acto de prepotencia o una burla, es lo que estoy percibiendo: están moralmente derrotados”, expresó.

Y atribuyó esa situación en sus adversarios debido a que “no han tenido la oportunidad de establecer un paralelo entre la nueva realidad y el último período neoliberal caracterizado por la prostitución y el oprobio que se ha convertido en una de las épocas más vergonzosas en la historia de México”.

Si seguimos actuando en forma ética y aplicando con voluntad firme la política de moralizar la vida pública –continuó el mandatario–, nada ni nadie podrá detener la aplicación del principio supremo de la soberanía del pueblo y el interés nacional se impondrá a los hombres ambiciosos, seducidos por el falso brillo de lo material y lo mezquino.

“Afortunadamente mientras los que se oponen al cambio viven aturdidos y desconcertados la mayoría de los mexicanos apoya la transformación, están contentos: feliz, feliz, feliz”, describió.

Por último, López Obrador agradeció a los empresarios porque están cooperando con mayor compromiso social, invierten, crean empleos y aceptan utilidades razonables y pagan sus contribuciones.

Por ello, se declaró “optimista, sin aflojar el paso”.

En contraste, ciudadanos marcharon del Ángel de la Independencia al Monumento a la Revolución en contra de López Obrador.

“Fuera AMLO”, “Informe tramposo” y “México, México, México”, gritaron al avanzar por Paseo de la Reforma.

“Nada que presumir: no hay seguridad, no hay aeropuerto, no hay medicinas”, escribieron en una manta con más de 15 puntos de reclamo.

La movilización fue convocada por la organización Chalecos México en 30 ciudades del país.

(LectorMx)