Mérida, Yucatán.- El calentamiento global, que ha implicado un incremento de la temperatura de dos grados en el planeta, ha incidido con menos huracanes y de intensidad variable, particularmente en el Atlántico y Mar Caribe, planteó el experto Marcelino García Benítez.
El especialista del Instituto de Investigación en Gestión de Riesgos y Cambio Climático (IIGRCC), con sede en el estado de Chiapas, explicó que desde el 2002 –cuando impactó el huracán “Isidoro”– la Península de Yucatán no ha tenido un evento de tal intensidad y naturaleza.
En un Congreso con la temática: Mitigación, Adaptación y Conservación, organizado por la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Autónoma de Yucatán, precisó que cada vez son más escasos y esporádicos los vientos fríos y las masas de humedad provenientes del norte del globo terráqueo.
Lo anterior representa, dijo ante un centenar de asistentes, un componente, junto con las aguas cálidas del Atlántico y el Caribe, de la formación de ciclones, de los cuales se pronostican cada año un menor número, algunos de ellos de gran intensidad, pero no han ocurrido.
En entrevista, García Benítez puntualizó que las plataformas petroleras, 263 en el Golfo de México (de las cuales, según información de la firma consultora Statitas, 175 son estadounidenses y 88 mexicanos), son otro de los aspectos que alteran los vientos del norte hacia el sur-sureste.
Detalló que el proceso de las refinerías, así como la emisión de metales a la atmósfera –propios de la extracción y procesamiento de petróleo–, aunado al calor que generan las propias plataformas, influyen en el flujo de las corrientes de aire frío hacia el Atlántico y mar Caribe.

El ponente mencionó que los huracanes no deben ser satanizados ni mal vistos, ya que son un componente esencial del ciclo de la naturaleza, además de que han existido desde hace miles de años.
Los ciclones tropicales, abundó, además de regular la temperatura de las regiones susceptibles de este tipo de eventos, también contribuyen a la recarga de los mantos acuíferos gracias a la humedad que conllevan.
Indudablemente los ciclones tropicales han sido afectados por el cambio climático, lo que se refleja en ausencia de este tipo de fenómenos desde hace 17 años con Isidoro y desde hace 31 años con Gilberto, subrayó también el investigador del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)
Conforme a datos históricos, en el continente americano se han registrado de 1851 a 2016 un total de un mil 524 ciclones tropicales.
De los huracanes más intensos que han afectado a la Península de Yucatán destacan los ocurridos entre 1933-1938 y en 1944 que no tuvieron nombre.
Además, se tiene memoria, por sus afectaciones, del huracán “Charlie” en 1951, la depresión “Greta” en 1956, la tormenta tropical “Brenda” en 1973 y de los huracanes “Gilberto” en 1988, “Mitch” en 1998, Isidoro en 2002 y Katrina en 2005.

(Jesús Mejía)