Mérida, Yucatán.- En México el 80 por ciento de la población del año 2030 residirá en las áreas urbanas, lo que implica, entre otros retos, producir una mayor cantidad de alimentos y dotar de agua potable, lo cual no será posible si no se revierte la contaminación y se persiste en el actual nivel de desperdicio y derroche recursos naturales.
Lo anterior fue el planteamiento de Rabindranath Bahena Ayala, Yolanda López Maldonado y Marcelino García, especialistas en procesos hidrológicos y alimentarios vinculados al cambio climático.
Ellos participaron en mesa panel sobre el tema organizado por la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Autónoma de Yucatán.
Bahena Ayala expuso que México cuenta con unas 300 ciudades grandes y medianas, pero este número aumentará a 900 metrópolis en los próximos 10 años conforme a las expectativas de las autoridades de desarrollo urbano en el renglón de crecimiento y concentración poblacional.
Advirtió que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha difundido que la emisión humana de gases de efecto invernadero causa degradación del suelo y de los recursos hídricos que son vitales.
Por ello, insistió en la necesidad de revertir esa tendencia de la depredación, si se considera que el 75 por ciento de la población mundial estará concentrada en las grandes ciudades antes del 2030.
Lamento la decisión del gobierno de Estados Unidos de retirarse en el 2017 de la agenda de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático(COP), ya que no reconoce el cambio climático como problema pese a que es el primer país consumidor de energía y del derroche de bienes de consumo.
Al respecto, López Maldonado, con doctorado en Alemania sobre Ecología Humana, indicó que aún estamos a tiempo para revertir los efectos del cambio climático, ya que se han sumado esfuerzos individuales y sociales a esta tarea.
Sin embargo, aleró que la transformación a nivel global no será posible a menos que esté enraizada en la visión local, por lo que urgió cuidar los reservorios de agua dulce y transformar los sistemas alimentarios, además de evitar la deforestación y proteger la tierra.
“No esperemos a que los gobiernos y las organizaciones internacionales exhorten a la protección de nuestros recursos.
“Nosotros podemos hacerlo desde hoy en lo individual contribuir al futuro del planeta mediante el cuidado del agua con reutilizar y reciclar y no tirar basura”, dijo.
La investigadora coincidió con su compañero ponente Rabindranath Bahena de que es posible realizar esfuerzos en lo individual y colectivo para reducir la temperatura del planeta que ha aumentado de 1.5 a 2 grados con severas trastornos en el clima.
Los asistentes al foro manifestaron mediante preguntas y opiniones y su preocupación por el medio ambiente, así como por las actitudes de indiferencia e indolencia del resto de la población a estos temas.
(Jesús Mejía)