Por Adela Mac Swiney González
Madrid, España.- Activistas de la organización no gubernamental Greenpeace se instalaron hoy en los escaparates de las principales tiendas del centro de Madrid con mensajes como “El consumismo ahoga el planeta” o “Modelo de producción depredador”, para recordar a empresas y consumidores que picos de consumo como el Black Friday suponen un escenario negro para el planeta.
Al mismo tiempo, la organización ecologista desplegó en plena Gran Vía una pancarta de 180 metros cuadrados con el mensaje “Consumismo = Crisis Climática”.
Para Greenpeace, citas como la Navidad o el Black Friday sacan el lado más consumista de las personas y precisó que por ejemplo un 74 por ciento de los españoles comprará hoy algún producto y se estima que se gastará de media más de 300 euros, mientras que un 31 por ciento reconoce que comprará algo que no necesita. Las principales compras se basan en tecnología, ropa y complementos.
La responsable de la campaña de consumo de Greenpeace, Celia Ojeda, aseveró que “el Black Friday no es para la persona que no llega a fin de mes y necesita una oferta para cambiar de lavadora. El Black Friday es una fiesta del “sobreconsumo”de la que sólo nos enseñan una parte, pero no el ‘backstage’ que destroza el planeta”.
Añadió que “momentos como el Black Friday son solo la punta del iceberg del consumismo depredador, por lo que Greenpeace demanda un consumo sostenible y un fomento de alternativas como la reducción, la reparación y o el intercambio”.
La organización señaló que mantener el consumo necesita de materias primas cuya extracción crece sin freno. En 1970 se extraían de la Tierra cerca de 22 billones de toneladas de materiales primarios (metales, combustibles fósiles y otros recursos naturales como madera y cereales).
En 2010, esa cifra se disparó hasta los 70 billones de toneladas y se estima que en el año 2060 se necesitarán190 billones de toneladas cada año para hacer frente a la demanda.
De acuerdo con estudios, para producir, embalar y distribuir los productos que se consumen con la excusa del Black Friday se necesitan ingentes cantidades de energía.
En el caso de la moda, uno de los artículos más demandados en esta fecha, los datos más recientes muestran que, solo en la Unión Europea, la producción y el manejo de ropa, calzado y textiles para el hogar utilizaron aproximadamente 1.3 toneladas de materias primas primarias y 104 metros cúbicos de agua por persona de la UE.
En 2017 esta producción causó un estimado de 654 kg de emisiones equivalentes de CO2 por habitante de la UE, convirtiendo los textiles en la quinta fuente de emisiones de CO2 relacionadas con el consumo privado.
Con respecto al exceso de plástico que supone un alto porcentaje en el embalaje de productos comprados en el Black Friday, se estima que en 2020, la producción superará los 500 millones de toneladas, es decir, un 900% más que en 1980, siendo la vida útil de estos plásticos muy corta y generando problemas en el sistema.
En general, se recicla sólo un nueve por ciento de los plásticos a nivel mundial, otro 12% se incinera y el 79% restante acaba en vertederos o en entorno naturales.
Ojeda resaltó que “necesitamos gobiernos que presionen a las empresas para que la sostenibilidad o la emergencia climática no sean palabras sino compromisos reales, tomando decisiones vinculantes para cambiar esta sociedad de consumo dañino”.
Este lunes da comienzo en Madrid la COP25, en la que debe cerrarse el libro de reglamentación del Acuerdo de París y los estados deben comprometerse a elevar la ambición en 2020.
Con los objetivos actuales, el planeta se dirige a incrementos de temperatura de 3 ºC, cuando las temperaturas globales no deben aumentar más de 1.5º C si se quieren evitar los peores impactos del cambio climático.