Por Bernardo Caamal Itzá

Valladolid, Yucatán.- Hoy, representación de los 5 centros ceremoniales de Quintana Roo, estarán en Xocén para acompañar a la Santísima Cruz Tun, quienes entre ofrendas y plegarias le pedirán clemencia por los castigos que se avecinan al mayab.

Los dignatarios mayas de los centros ceremoniales de Chancá Veracruz, Tulum, Tixcacal Guardia, Chumpón y la Cruz parlante de Felipe Carrillo Puerto, saben que el incendio registrado en la imagen de la amada Cruz de Piedra, la noche del pasado 28 de diciembre del año pasado, fue una forma de comunicación.

El incendio registrado esa noche en Xocén, noticia que en segundos recorrió al mayab, lo cual ocasionó lágrimas y consternación, porque todos saben que nada bueno se avecina.

Esa noche y al día siguiente familias enteras de la región acudieron al centro ceremonial para rezar y hacer sus ofrendas, tal como hacían sus padres y abuelos hace muchos años.

“Nunca había visto así a mi pueblo – nos compartió uno de los jóvenes oriundos de Xocén – el ambiente era como de un funeral, muchos estaban hincados con velas en la mano y llorando.

El incendio tiene muchas connotaciones para el mayab, por eso los grandes jmenes o sacerdotes, fueron convocados para conocer el significado de lo que aconteció en el templo en donde se venera a la Santísima Cruz.

“Olvido al ch’íibal o de nuestras raíces, la “comercialización” de nuestra cultura y de nuestros territorios, horribles sacrilegios a los centros ceremoniales y al kilíich ixim o de los granos sagrados del maíz, parte de las conclusiones de la consulta hechas al sastún o la piedra de la predicción. De esa forma, la gran región Cruzo’ob ya estaba advertido por el gran yúuntsil o el señor de la vida.

El incendio provocado por una veladora, ocasionando que gran parte de las imágenes sagradas que acompañaban a la santísima Cruz en el altar de Xocén sufrieran daños considerables; sin embargo, la Cruz salió ilesa, dejando claro su mensaje a los suyos “K-yuume taak u p’aatko’on, nuestro gran padre y señor nos quiere dejar huérfanos y desamparados” fue la conclusión y hoy motivo de profundas reflexiones.

Hay que recordar que en esta región, la tarde de un 22 de diciembre en el año 2013, se observó un gran helón y que para los expertos, eran sólo iridiscencias, mismo que fue registrado a través de fotografías por Aarón Chí y por Ana Patricia Martínez Huchim, cuyo mensaje para los hijos del mayab fue interpretada en ese entonces: hambre, guerra, muerte, desolación entre otras grandes catástrofes que se avecinan en estos territorios.