Por Adela Mac Swiney González
Madrid, España.- El Gobierno de España anunció hoy un plan de desescalada que se desarrollará a partir del 4 de mayo en cuatro fases que irán teniendo lugar de forma asimétrica en cada territorio según se cumplan unos determinados marcadores, hasta alcanzar “la nueva normalidad” a finales de junio.
El presidente español Pedro Sánchez compareció hoy en el Palacio de la Moncloa y afirmó que el único propósito de este plan es poner en marcha a España protegiendo la salud de los ciudadanos ante la crisis sanitaria por el coronavirus Covid-19.
Sin embargo, anunció que pedirá una nueva prórroga del estado de alarma por 15 días en el Congreso en el Congreso de los Diputados cuando concluya la actual el próximo 10 de mayo y aún no puede determinarse si solicitará una más hasta finales de junio.
“Será una desescalada gradual, asimétrica, es decir, diferenciada en función de los territorios, porque la evolución de la epidemia es distinta; y coordinada, porque es necesario trabajar codo con codo con las distintas administraciones”, apuntó.
En las últimas 24 horas, España registró un leve descenso con 301 fallecidos con coronavirus, 30 menos que el día anterior y ya son 23 mil 822 los muertos desde que empezó el brote
Cada una de las fases del Plan de Transición hacia una nueva normalidad tendrá una duración mínima de dos semanas y su normativa precisa será desarrollada mediante órdenes del Ministerio español de Sanidad.
Sánchez insistió en que la desescalada será gradual, asimétrica y coordinada y que no se recuperará de golpe toda la actividad y la movilidad, sino que se hará en esas fases.
Además, aclaró que cada provincia o cada isla será el espacio territorial donde se desarrollarán las actividades permitidas: “No habrá movilidad entre provincias o islas hasta alcanzar la nueva normalidad”, recalcó.
Por tanto, la desescalada se hará en función del control de la epidemia en cada provincia y a la velocidad que permita la situación sanitaria de esa zona, de acuerdo con criterios objetivos.
El paso de una fase a otra en cada lugar se determinará en función de las capacidades estratégicas de su sistema sanitario de atención primaria y hospitalario; su situación epidemiológica; la implantación de medidas de protección colectiva en comercios, transportes, centros de trabajo y en cualquier espacio público, y en los datos de movilidad y económicos.
El mandatario aseguró que los marcadores serán públicos “para que la ciudadanía pueda conocer los criterios en los que se basan las decisiones políticas que van a determinar la vuelta a la nueva normalidad en cada territorio”.
“El proceso no será uniforme, sino asimétrico y con distintas velocidades, pero coordinado, para que se rija por unas mismas reglas”, apuntó y añadió que la coordinación recaerá en el Gobierno de España y el ministro de Sanidad asumirá las decisiones necesarias como autoridad delegada.
El presidente español explicó que en la confección del plan se han tomado en cuenta las principales experiencias internacionales e identificado las mejores prácticas para recuperar la vida cotidiana y la actividad económica sin poner en riesgo la salud colectiva.
Sánchez consideró que los verdaderos protagonistas en esta etapa de desescalada serán los ciudadanos y apeló a su responsabilidad individual y a la disciplina social.
“Con nuestro comportamiento podemos salvar vidas y recuperar nuestro país”, dijo, aunque por el contrario, “cualquier conducta irresponsable se vuelve contra quien la protagoniza, pero perjudica a todos”.
El presidente advirtió que el proceso va a ser “más peligroso y más difícil” que el confinamiento, puesto que va a requerir combinar el respeto de las reglas de higiene y distancia social con la recuperación de espacios de movilidad y actividad social.
Recordó que “el virus no se ha ido y hasta que no haya una vacuna es necesario ser cautos y prudentes y no poner en riesgo por impaciencia lo conseguido con muchos sacrificios en estas seis semanas”.