Guadalajara, Jalisco.- Moisés Escamilla “El Gordo May”, líder de zona del cártel de Los Zetas, murió en el penal de Puente Grande por coronavirus. Estaba preso por decapitar a 12 personas en Cancún, Quintana Roo.

Personal médico adscrito al Centro Federal de Reinserción Social (CEFERESO) número 02 del centro penitenciario de Jalisco confirmaron que desde el 6 de mayo Escamilla May presentó problemas respiratorios y un cuadro sintomático que concuerda con el del COVID-19. Por tal motivo, el reo fue ingresado al área médica del reclusorio y falleció el 8 de mayo.

El asesino tenía 45 años y no padecía enfermedades que comprometieran su sistema inmune. Sin embargo, el ahora occiso tenía sobrepeso. También se sabe que, de acuerdo con la Secretaría de Salud de Jalisco, dentro del penal había un total de 74 casos confirmados de SARS-CoV-2, de los cuales reportan dos presos recuperados y que ya cumplieron los 21 días de aislamiento.

No sólo los presos dieron positivo la enfermedad, las autoridades de salud local también reportaron que hay un custodio fallecido por COVID-19 y nueve infectados más. Uno de ellos se reporta como grave y está conectado a un ventilador mecánico en la clínica 110 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Pese a que las autoridades de seguridad y de salud implementaron mecanismos de bioseguridad en el penal desde el 22 de marzo, la enfermedad se manifestó el 27 de abril.

El Gordo May llevaba recluido 11 años y 5 meses de una sentencia de 37 años, tras ser declarado culpable de delincuencia organizada, portación de armas de fuego de uso exclusivo del ejército y por su responsabilidad en la decapitación de 12 personas en Cancún, Quintana Roo.

Su aprehensión ocurrió el 28 de agosto del 2008 tras un enfrentamiento con elementos de la Policía Federal. Cuando se le arrestó, le fueron decomizadas junto con ocho subalternos, dos armas largas marca Bushmaster, un fusil AK-47, un arma corta marca Pietro Beretta calibre 9mm, dos granadas de fragmentación Hank Frak, 18 cargadores de diversos calibres, tres fornituras para uso en operaciones tácticas, códigos-torretas para vehículos policiales, seis rollos de hologramas con distintivos de Los Zetas, 10 celulares, seis radios, 52 mil 100 pesos en efectivo, varias dosis de droga sintética, mariguana, un auto Armada blanco y un Chevy Monza azul.

La célula a la que pertenecía se hacía llamar Zetas Vieja Escuela y él era el responsable de la distribución de cocaína en Cancún.

(Noticaribe Peninsular)