Mérida, Yucatán.- Por segundo día consecutivo, la calidad del aire en la ciudad de Mérida registró niveles sin precedente, de acuerdo con las mediciones del grupo de Investigación en Química Analítica y Ambiental de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), como como consecuencia del polvo del desierto del Sahara.

El más reciente reporte, con corte a las 10 de la mañana, revela que los niveles de concentración del llamado “material particulado” PM10 y PM2.5 rebasaron por mucho los permitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el caso del primero, la cifra fue de 233.4, es decir, 3.5 veces más que la norma; para las partículas más pequeñas, el dato fue de 90.5, contra 25 que marca el “tope”, o sea, también más del triple.

El director del Centro de Ciencias de la Atmósfera y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en Mérida, Daniel Rosas Sánchez, confirmó que estos números rompieron récord, pues no se tienen registros así en 50 años de mediciones, en la Ciudad de Mérida.

Este valor inusual se alcanzó tras dos días en los que el aire de la capital yucateca ha estado como “insalubre” durante más de 12 horas continuas. De hecho, en el amanecer de hoy jueves 25 de junio, la calidad del aire fue mala; con el pasar de las horas ha empeorado.

De acuerdo con la página web weathermodels.com, el “grueso” de la nube está atravesando hoy la Península de Yucatán, lo que es evidente en los niveles de contaminación.

Como hemos informados, desde principios de esta semana, una enorme nube de arena del desierto del Sahara “azota” la Península de Yucatán; la presencia del polvo, visible como bruma, también está mostrado un panorama nunca antes visto con tal intensidad y frecuencia.

De acuerdo con la investigaciones del Centro, ubicado en la Facultad de Química de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), el polvo del Sahara es la segunda fuente de mayor impacto en la calidad del aire en Mérida, tan sólo superado -al menos hasta ahora- por las quemas agrícolas.

Aunque no existen estudios locales que demuestran el daño a la salud que causa estos contaminantes, a nivel internacional hay investigaciones que revelan una asociación directa entre enfermedades cardiovasculares, gastrointestinales y pulmonares y la presencia de la arena.

La intensidad con la que está azotando la región el fenómeno obligó al gobierno federal a alertar a la población sobre los riesgos para la salud, sobre todo para personas con enfermedades respiratorias. El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, dijo que en México existe vasta literatura sobre los efectos de contaminantes como lo son partículas PM10 Y PM2.5 aunque asociadas a otras fuentes que no son la arena del Sahara.