Por Adela Mac Swiney González
Madrid, España.- Con “El diablo entre las piernas” del reconocido cineasta Arturo Ripstein y con guion de Paz Alicia García Diego, México llegó a la competencia de la Sección Oficial del Festival de Málaga, que inició el 21 pasado y anunciará su palmarés el próximo sábado 29, una película de decadencia y sexo en la vejez.
“Queríamos hablar también de la noción del encierro en la vejez y de la noción de los celos, una noción imbécil pero poderosa. Es una cuestión que se retroalimenta, y eso hace que el ritmo narrativo sea circular, que la película esté dando vueltas. Hay un juego entre el día y la noche, y en la noche siempre somos más nosotros y mejores”, aseguró Ripstein en rueda de prensa virtual desde su casa en la Ciudad de México.
“El diablo entre las piernas” compite por la Biznaga de Oro del certamen andaluz junto con nueve filmes españoles, otro mexicano y cuatro de Chile, Argentina, Brasil y República Dominicana, respectivamente.
Además, Ripstein, autor de una extensa filmografía como “La perdición de los hombres”, “Profundo carmesí”, “La virgen de la lujuria” y “La calle de la amargura”, entre otras, uno de los nombres fundamentales del cine en español, recibe hoy la Biznaga del Premio Retrospectiva del Festival de Málaga como un reconocimiento a su amplia trayectoria de más de 50 años de carrera.
En la rueda de prensa virtual, acompañado de Paz Alicia García Diego, también su pareja, lamentó su ausencia en el certamen por la pandemia del coronavirus Covid-19. “No haber podido estar en Málaga con ustedes es una tristeza, me hubiera encantado estar, era un viaje al que le tenía muchas ganas. Me gusta mucho Málaga, es una pena no poder acompañarlos”, dijo al director del festival, Juan Antonio Vigar.
Sobre “El diablo entre las piernas”, protagonizada por Sylvia Pasquel, Alejandro Suárez, Patricia Reyes Spíndola y Daniel Giménez Cacho, indicó que el guion “no era para filmarse, era para existir, pero solo con el título me convencí de leerlo” para después llevarlo a la pantalla.
En la película, un viejo gasta su aburrimiento en deambular por la casa celando a Beatriz, su mujer. Los pleitos desgastan y el equilibrio se rompe: la mujer, a fuerza de sentirse celada, se siente deseada y sobre todo deseable, lo cual quiere comprobar. Por ello una noche sale de casa sin rumbo alguno con un solo propósito: sexo. Su regreso a casa desata la hecatombe. Dinorah, la criada, no puede permitir tal osadía y toma partido.
García Diego explicó que enfatizó los olores en el texto por una razón: “los viejos huelen distintos de los jóvenes y ese olor produce repeluz en el sexo, hay una decadencia del cuerpo y me importaba que estuviera presente el olor de la casa, el olvido, la humedad, el hecho de que ella huele a viejo y él huele mucho más a viejo”.
Apuntó que la idea de este guion le surgió un día que al pasar frente a un espejo no se reconoció a si misma. “Dije esta no soy yo, yo tenía otra cara, y a partir del dolor de sentir que ya no era aquella pesé en hablar de los viejos, en tiempo presente”.
Ambos llevan más de 160 días confinados en su casa de Ciudad de México por la pandemia. “Es una durísima prueba, hemos evitado gratamente la violencia doméstica, no ha habido golpes y las cosas se distorsionan mucho en el encierro, todo se vuelve muy extraño, aquí uno no sabe si es un día menos, un día más, el tiempo desaparece, no se sabe si es mañana o ayer”, aseveró Ripstein.
García Diego, por su parte, indicó que ha estado escribiendo cuentos, aunque para ella la pandemia le dejó “El diablo entre las piernas” en “coitus interruptus” pero “es importantísimo que cierre el ciclo para yo iniciar otro guion”.

(LectorMx)