Por Adela Mac Swiney González
San Sebastián, España.- “Rifkin’s Festival”, la última película de Woody Allen, inauguró hoy, fuera de concurso, la 68ª edición del Festival de San Sebastián, un filme en el que el cineasta neoyorquino espera haber sabido comunicar su gran amor por el cine y que incluye un homenaje al cineasta español, naturalizado mexicano, Luis Buñuel.
En videoconferencia, ante la imposibilidad de viajar a España por la pandemia del coronavirus Covid-19, “la cual ha estropeado todo”, Woody Allen manifestó su emoción de estar en el festival “en el que me siento como en mi propia casa” y el que le inspiró para hacer “Rifkin’s Festival”.
“El festival ideal es aquel que presenta películas que no se pueden ver en un circuito comercial. Ojalá la gente vaya a los festivales a descubrir películas inspiradoras, no las comerciales, sino las innovadoras, imaginativas, las que no suelen ver, y que cineastas originales tengan la oportunidad de mostrarlas a todo el mundo”, dijo.
Habiendo rodado antes en Barcelona, en Oviedo y en distintas ciudades de Asturias, el cineasta expresó que se preguntaba en qué nueva ciudad española pudiera hacer una película “y recordé que había estado en el Festival de Cine de San Sebastián y cuán hermosa y encantadora es la ciudad por lo que cree el argumento de la película en base al certamen, así es como surgió todo”.
También podría rodar en Madrid, pero a Allen solo le gusta hacerlo en verano y para él hace demasiado calor en esa época.
Con “Rifkin’s Festival”, el cineasta hace un homenaje al cine y a muchos de los cineastas que le han inspirado como Ingmar Bergman, François Truffaut, Jean-Luc Godard, Federico Fellini y Luis Buñuel, entre otros. “Esos cineastas fueron una inspiración, fueron una gran influencia, es decir, los maestros del cine, pero no veo ninguna razón por la que no llegaran hoy en día, en el futuro, nuevos cineastas de autor”.
Insistió en que “existen unos cineastas maravillosos en estos días que serían colegas iguales de esos maestros del pasado y estoy seguro que habrá muchos en el futuro”.
Se refirió asimismo a la industria cinematográfica española, la cual, dijo, “me parece maravillosa, yo crecí viendo películas europeas y había películas españolas. He visto películas españolas maravillosas, las de Pedro Almodóvar inspiran mucho a todo lo que es la industria cinematográfica, pero además he trabajado aquí mucho, está lleno de actores fabulosos, es uno de los países de mayor contribución al cine europeo”.
“Rifkin’s Festival” narra la historia de un matrimonio estadounidense que acude al Festival de San Sebastián y queda prendado del festival, de la belleza y encanto de la ciudad y de la fantasía del mundo del cine. Ella tiene un affaire con un director de cine francés y él se enamora de una española residente en la ciudad.
Esta comedia romántica escrita y dirigida por Woody Allen cuenta en su reparto con Elena Anaya, Gina Gershon, quienes estuvieron presentando la película presencialmente, Luis Garrel, Sergi López, Wallace Shawn y Christoph Waltz.
Es la segunda vez que el cineasta neoyorquino inaugura el Festival de San Sebastián, tras la apertura en 2004 con “Melinda y Melinda”. Ese año el Festival le entregó el Premio Donostia y dedicó una retrospectiva a su obra, “Conocer a Woody Allen”.
La relación con el realizador se remonta a finales de los 70, cuando películas como “Manhattan” (1979), “Zelig” (1983) o “Manhattan Murder Mystery” (Misterioso asesinato en Manhattan, 1993) se proyectaron tanto en la Sección Oficial fuera de competición como en secciones paralelas.
En 1985 la recién nacida sección Zabaltegi se inauguró con “The Purple Rose of Cairo (La rosa púrpura de El Cairo).
En los últimos años, varios de sus filmes han sido programados en la sección Perlas: “Match Point” (2005), “Vicky Cristina Barcelona (2008, con la que volvió a visitar el Festival, acompañado de Javier Bardem y Penélope Cruz), “Whatever Works” (Si la cosa funciona, 2009) e “Irrational Man” (2015).
(LectorMx)