Chichén Itzá, Yucatán.- Una familia originaria de Texas, dos adultos y una menor de edad, fue la primera en ingresar este martes a la zona arqueológica de Chichén Itzá, al concluir el cierre de seis meses, 187 días, debido a la pandemia.

Con los protocolos vigentes para los espacios públicos o de elevada concentración, la reapertura marcó el regreso del principal sitio prehispánico del país que había adquirido ese rango, al superar en número de visitantes a Teotihuacán, justo antes de la crisis sanitaria mundial.

Sencilla ceremonia cívica en el estacionamiento del parador turístico, incluido un simbólico homenaje a los fallecidos por el coronavirus, abrió el programa que llevó luego, de manera formal, a abrir los módulos para la adquisición de boletos de entrada.

Los estadounidenses, con cubrebocas, atravesaron el filtro consistente en cámara térmica que mide la temperatura corporal.

“Creo que es grandioso que esté abierto este maravilloso sitio”, dijo Jennifer, junto a su marido y una chica adolescente.

“Mi esposo y yo venimos hace 16 años. Hoy venimos con nuestra hija por primera vez; ella tiene 16 años. Creo que es grandioso compartirlo con todos”, expresó enfilada hacia el sendero que conduce al Templo de Kukulcán y al resto del conjunto arquitectónico.

En cuanto a las medidas de prevención contra el Covid-19, las consideró necesarias para garantizar que todos estén a salvo. “Así que no me molesta”, puntualizó la mujer.

De ahí, los tres se encaminaron hacia el área de las estructuras ancestrales, al igual que otros paseantes que comenzaron a llegar desde las 7:30 horas, en su mayoría hospedados en el Caribe Mexicano.

Por ahora, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) sólo permite el 30 por ciento del aforo total.

El director del Patronato de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos (Cultur), Mauricio Díaz Montalvo, confirmó que la ruta de desplazamiento se modificó y ahora la salida obliga a pasar por el antiguo “Mercadito” de artesanías.

“Antes estaba abandonado y ahorita le hicimos unos arreglos para que los vendedores puedan estar allá y los turistas salgan por esta zona”, abundó en entrevista.

A su vez, Marco Antonio Santos Ramírez, director de Chichén Itzá, refirió que hace exactamente seis meses se suspendieron actividades en este lugar, por lo que no hubo acceso al Equinoccio de Primavera.

En su discurso, subrayó las exigencias de bioseguridad para trabajadores y visitantes, así como la corresponsabilidad de los actores de los tres órdenes de Gobierno, de los artesanos, guías de turistas y tour-operadores.

“El reto es grande, el reto es grande realmente, cumplir con todos los protocolos de bioseguridad no va a ser nada fácil por la cantidad de turistas que van a llegar”, auguró.

El funcionario del INAH precisó que el semáforo naranja estatal marca un máximo de tres mil personas diarias en Chichén Itzá.

“Sugerimos recorridos por el sitio, más fluidos, guiados por los expertos guías en este sentido y también que todos, todos al interior del sitio porten su cubrebocas, traigan su gel y procurando la sana distancia, porque estamos ciertos que lo peor que nos puede llegar a pasar y esperamos que no pase, es un rebrote de contagios y tener que llegar a volver a cerrar el sitio, que esperemos que eso no pase”, expresó.

Sin embargo, confió en que Chichén Itzá recupere nuevamente el número de visitantes que tenía antes de la aparición del Covid-19.

En estas fechas también ocurrirá el Equinoccio de Otoño, lo que implica un atractivo adicional para la afluencia turística.

(LectorMx)