Mérida, Yucatán.- Los afectados del fraccionamiento Las Américas están desesperados y este sábado exigieron soluciones inmediatas y de largo plazo para las inundaciones que han trastornado sus actividades, su vida y su patrimonio.
En atropellada reunión con representantes del Ayuntamiento y de la desarrolladora Sadasi, salieron a relucir deficiencias en la construcción del complejo, solicitudes no atendidas y un emplazamiento para encontrar una salida al caos en que se encuentran.
Los secretarios Municipal y de Participación Ciudadana, Alejandro Ruz Castro y Julio Sauma Castillo, respectivamente, así como el director de Obras Públicas, David Loría Magdub, acudieron a un encuentro inicial e improvisado enfrente de las oficinas de la empresa, localizadas en la entrada del conjunto habitacional.
Sin cabezas visibles ni voceros en los varios grupos, los residentes rodearon a los funcionarios y comenzaron a exponer, sin orden, sus quejas y molestias.
Ya con un moderador de parte de los colonos, Gina de los Santos tomó la palabra y expuso que hace cinco años compró casa, con mucho esfuerzo –tiene un hijo trasplantado de riñón–, y que ahora se encuentra inhabitable.
“Esa agua, no se va el agua porque está brotando y en la Japay (Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán) me dijeron: yo nada más estoy aquí sentadita señora para recibir reportes…”, reveló.
“Tenemos popo en los pies. ¿Usted cree eso correcto señor? ¿Que nos vendan una casa y que no puedan solucionar?”, espetó.
Reprocharon que Sadasi “no hace nada”, en alusión a insuficientes pipas y escasas bombas para desaguar, así como pozos que no sirven de mucho.
Las demás intervenciones ocurrieron sin identificación previa.
La segunda mujer en hablar afirmó que se ha viciado una emergencia con el argumento de que es a nivel estado y en varias comisarías, lo cual refutó.
“Salvo las condiciones normales de una lluvia atípica o no atípica lógicamente se van a hacer charcos, pero lo que nosotros estamos viviendo fue una mala construcción.
“Muchos de nuestros vecinos que están acá independientemente la gran mayoría somo un sector de aproximadamente 35 cuadras que fueron construidas en una hondada”, precisó.
En su exposición, consideró que el Ayuntamiento de Mérida, la Japay y todos a los que correspondió entregar las licencias de construcción debieron de haber tomado en cuenta esa característica y aplicado las previsiones.
A los privilegiados –describió– el anegamiento llega al tobillo, a otros en la rodilla y a los más graves hasta la pelvis.
“Creo que lo que han visto una parte menor de lo que realmente estamos viviendo en la 98 y la 100”, particularizó.
Daños en enseres domésticos y puertas de las propias viviendas están dentro de las pérdidas que enlistaron.
“Todos, todos estamos, no molestos, encabronados, pero si no hacemos esto de manera ordenada, de manera adecuada y que los señores nos den un compromiso por escrito de aquí no vamos a pasar.
“El problema es que todavía nuestras casas están inundadas, el problema es que dentro de cinco días también viene otra lluvia. Entonces necesitamos también permitir que ellos trabajen y que ellos nos digan qué es lo que vamos a hacer ahorita…”, apeló la dama.
Otra de las inconformes compartió que llevan tres días y dos noches sin luz, y que los alimentos se descomponen.
Un hombre de edad advirtió que en el fraccionamiento se necesitan “cambios estructurales muy complejos”, donde tienen que participar todos.
Hubo una petición de conocer el estudio de factibilidad del suelo y lo que se autorizó a Sadasi.
Con la recomendación de armar un comité de vecinos para gestionar las medidas de intervención, se propuso a la comuna la suspensión de toda construcción de casas, hasta que haya un arreglo de fondo.
“Es una petición para el Ayuntamiento, ustedes tienen toda la autoridad para suspender la obra de algo que no está siendo funcional, es evidente”, mencionó el habitante, quien añadió que no hay soporte para el abasto adecuado de electricidad.
“No haya venta ni construcción de casas hasta que se llegue a un acuerdo con el comité”, insistió.
El representante de Sadasi confirmó que en Las Américas existen más de 10 mil casas a la fecha.
Una adulta mayor argumentó que por ahora acudieron pocos a la convocatoria –unas 300 personas–, porque no pueden salir de sus casas.
“La gente perdió su patrimonio, estamos en pandemia; necesitamos soluciones”, gritó una joven desde atrás.
“Yo estoy a punto de perder mi trabajo; tengo que trabajar en mi casa y no tengo computadora, mi hijo…, el refrigerador, por favor”, clamó una madre de familia.
Otra más relató que en 13 años de habitar en el sector es la primera ocasión que sufre inundación.
Presionaron para que la desarrolladora contrate 10 veces más equipo de lo que tiene ahora. Incluso, se sugirió iniciar acciones legales de manera colectiva.
Algunos de los afectados reclamaron con el rostro descompuesto y muestras de ira.
Al final se dispuso que comisión entrara a dialogar con los encargados de Sedasi y elaborar un pliego petitorio con las autoridades municipales.
Ruz Castro ofreció priorizar lo urgente.
(LectorMx)