Por Adela Mac Swiney González

Madrid, España.- Los investigadores David Julius, de la Universidad de California en San Francisco y Ardem Patapoutian, del Instituto Scripps, en La Jolla (EUA) fueron galardonados con el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Biología y Biomedicina por identificar los receptores que permiten a los seres humanos percibir la temperatura, el dolor y la presión.

David Julius (Nueva York, 1955) logró identificar y caracterizar un receptor que responde tanto a la quemazón que provoca la comida picante como a la sensación de calor sobre la piel, y posteriormente descubrió otro receptor que determina tanto el frescor que produce la menta, como la percepción del frío.

A su vez, Ardem Patapoutian (Líbano, 1967) ha descubierto los receptores para fuerzas mecánicas que determinan la sensación de presión tanto en la piel como en los vasos sanguíneos, impulsando así la “mecanobiología”, un nuevo campo de la ciencia que investiga interacciones entre la biología, la ingeniería y la física

El acta del jurado de esta 13ª edición de los galardones destacó que “la temperatura, el dolor y la presión forman parte de nuestro sentido del tacto, quizás el menos comprendido de los cinco sentidos humanos. Julius y Patapoutian han desvelado las bases moleculares y neuronales para las sensaciones térmicas y mecánicas”.

Añadió que se trata de una investigación con potenciales implicaciones médicas, porque “arroja luz sobre cómo reducir el dolor crónico y agudo asociado a numerosas enfermedades, traumatismos y sus tratamientos”.

De hecho, varios laboratorios farmacéuticos están investigando para identificar moléculas que actúen sobre estos receptores con el objetivo de tratar distintas formas del dolor crónico, por ejemplo el asociado a procesos inflamatorios como la artritis.

El secretario del jurado, Óscar Marín, director del Centro de Trastornos del Neurodesarrollo en King’s College London (Reino Unido), resaltó el “gran valor que supone entender, desde un punto de vista fundamental, cómo percibimos el mundo”.

“Aunque todavía no hayamos visto aplicaciones prácticas de estos descubrimientos, su potencial es tan enorme que no nos cabe duda de que es un hito transformador que merece ser reconocido”, dijo.

Agregó que “entender cómo nuestro cuerpo es capaz de percibir los cambios de temperatura o la presión, es conceptualmente tan significativo que sorprende que no lo supiéramos hasta hace tan poco o, mejor dicho, que solo conociéramos la parte del circuito nervioso que procesa esta información pero no los sensores moleculares que utiliza”.

“Es uno de esos hallazgos en los que resulta difícil intuir todo el alcance que puede llegar a tener en cuanto a aplicaciones, aunque ya se esté trabajando en algunas, como la gestión del dolor crónico y el control de la presión arterial”, subrayó.

Como ejemplo de máxima actualidad para entender la importancia de reconocer la ciencia básica, Marín llamó a pensar en quienes hace 20 años trabajaban en la biología del ARN. “Ni ellos mismos eran entonces conscientes de que darían con la clave de una nueva generación de vacunas como las que se han desarrollado ahora contra el Covid 19”, dijo.

Los hallazgos de los galardonados han abierto un área de investigación capaz de cambiar la manera de entender procesos fisiológicos cruciales en el funcionamiento del organismo, de lo que podrían derivarse aplicaciones médicas relevantes.

El nuevo campo, la “mecanobiología”, investiga por primera vez el papel de los receptores de presión en el interior del cuerpo, en sistemas como el excretor, para alertar de que la vejiga urinaria está llena, o el circulatorio, para regular la presión en los vasos sanguíneos.

Julius es autor de más de cien artículos en revistas científicas y ha sido, entre otros cargos, presidente de la Sección de Fisiología y Farmacología de la Academia Nacional de Ciencias y miembro del Consejo Asesor del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos e Ictus de los Institutos Nacionales de la Salud.

Forma parte del Consejo Médico Asesor del Howards Hughes Medical Institute y ha sido editor de la Annual Review of Physiology y miembro del Consejo Editorial de Proceedings of the National Academies of Science.

En tanto, Patapoutian es autor de más de un centenar de artículos en diversas revistas científicas, es miembro de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia desde 2016, la Academia Nacional de Ciencias desde 2017 y la Sociedad de Neurociencia.

(LectorMx)